1 de octubre de 2024
Se celebraron, en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, las jornadas de economía feminista «La vida en el centro», una convocatoria abierta al intercambio de miradas académicas, artísticas, de las organizaciones sociales y de la política pública que contribuyeron a la elaboración de una agenda transformadora. «Cada una trajo ideas para pensar propuestas de acción a mediano o largo plazo, desde sus perspectivas y sus posturas, todo vale. La idea fue pensar cómo dar la disputa desde una perspectiva feminista, cómo hacer que nuestra agenda se difunda en el conjunto de la sociedad y hacia adentro de nuestras organizaciones, y el material que generamos es muy rico y alentador», sostuvo Gabi Nacht, integrante del Espacio de Géneros del CCC y una de las organizadoras del evento.
En la primera jornada, después de la intervención artística Femitest del Grupo de Resistencia Artística Social Autogestiva, se realizó la ronda de «Cooperativismo y autogestión», coordinada por Valeria Mutuberría Lazarini (CCC-UNQ-RUESS Géneros). Allí se barajaron estrategias para la sostenibilidad de la vida de las personas que trabajan en el sector cooperativo y sobre la necesidad de llevar adelante un sistema de seguridad social que tenga como perspectiva la ampliación de derechos para asociadas y asociados de cooperativas. Las participantes de la ronda coincidieron en que es necesario «fomentar el cooperativismo para democratizar la economía», además de diseñar e implementar políticas públicas con mayor participación del sector en las decisiones gubernamentales.
El cronograma continuó con la ronda de «Cuidado y economía reproductiva», coordinado por Denise Kasparian (IIGG – UBA – CCC) con la participación de Daniela Camozzi (No Tan Distintes), Cármen Brítez (UPACP – FITH), Pato Laterra (CIEPP – UBA – SEC – Zaguán Transindical), Lucía Corsiglia (Ministerio de Mujeres y Diversidades PBA), Gaby Scheinkestel (Hospital Favaloro), Noelia Méndez (CCC) y Norma Morales (UTEP – Barrios de Pie). Allí se habló de la necesidad de alentar las finanzas solidarias, de reconocer los cuidados comunitarios y de la creación de leyes que resguarden a las mujeres cuidadoras. A esa ronda continuó la de «Justicia fiscal, deuda, presupuesto y otras políticas económicas en perspectiva transfeminista», coordinada por Verónica Grondona (ICRICT – CCC). «Notamos en los últimos años que el endeudamiento es un tema que preocupa a las feminidades, sobre todo porque son las que más lo padecen. Hay un endeudamiento que no es opcional, las mujeres contraen deuda para vivir, para poder comer, para pagar servicios. Y eso tiene que cambiar», afirmó en ese marco Lucía Cirmi (ex Ministerio de Género – Paridad en la Macro).
Por su parte, Lucía Tumini, de Cepal, comentó que al indagar sobre datos concretos del origen y carácter del endeudamiento descubrieron que el 70% de los hogares monoparentales financia alimentos con créditos. «Es decir: se endeudan para poder comer. Por lo que la vulnerabilidad alcanza niveles muy altos».
En el tercer día de rondas se propuso el eje: «Economía feminista en otros campos: educación, ciencias, medios, artes». La actividad, coordinada por Paula Lucía Aguilar (Conicet /IIGG / CCC/ AAIHMEG), contó con la participación de Gabriela A. Ramos, Micaela Flores y Josefina Padós (del Departamento de Educación del CCC) y Candelaria Botto (EcoFeminita). Allí se charló sobre la transversalidad de la economía y la necesidad de pensar cada área del qué hacer con lentes feministas.
También tuvo lugar el panel «Ecofeminismo, comercio internacional, inversiones y extractivismo», con la presencia de Deolinda Carrizo (MOCASE-Vía Campesina), Ana Julia Bustos (Taller Flotante – Río Feminista) Romina Barrios (OPISU – GBA), Yanina Settembrino (Federación Rural para la Producción y el Arraigo), y Rosalía Pellegrini (Mujeres de la Tierra).
La última ronda fue «Economía feminista y disputa política», con María Laura Lombardía (Mininsterio de Economía de la PBA), María Julia Eliosoff (EEF-SEC) y Mercedes D’Alessandro (UMET).
«Fue un momento gratificante de escuchar las trayectorias y los saberes de las compañeras, para pensar la agenda conjunta, para disputar lugares en la economía y la política, en favor de un mundo más justo, solidario y libre de violencias», concluyó Mutuberría Lazarini. Nacht cerró el evento con una invitación hacia otra economía posible: «El cooperativismo tiene herramientas para una gestión democrática de la economía y es para tenerlo en cuenta a la hora de pensar la economía con una perspectiva feminista».
