20 de septiembre de 2025

El juez federal Julián Ercolini ordenó que se haga una “profunda evaluación” del estado en que se encuentra el núcleo de lo que fue el campo de concentración de la Escuela de Mecánica de la Armada (exESMA). Se trata del espacio que pertenece al museo y que fue declarado patrimonio de la humanidad por la Oficina de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y que sufrió despidos y desfinanciamiento desde la asunción de Javier Milei.
La exESMA es víctima del negacionismo libertario que se ensaña con los símbolos de la memoria. El golpe más reciente fue la remoción de su directora ejecutiva Mayki Gorosito, que tenía el apoyo de los organismos de derechos humanos para permanecer en el cargo, además, en mayo, cuando el museo cumplía diez años desde su creación, Milei decidió desjerarquizarlo, recordó Página12. Desde entonces, funciona como una unidad organizativa del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos (CIPDH), que quedó a cargo de Ana Belén Mármora, una abogada alineada a las “fuerzas del cielo” del mileísmo.
Los reclamos por el estado de los sitios de memoria vienen desde hace tiempo. Antes de la feria judicial de julio el juez federal Ariel Lijo había ordenado una inspección judicial para corroborar el funcionamiento de la exESMA.
Ahora, el juez Ercolini decidió “dejar sin efecto” la resolución de Lijo que ordenaba hacer una inspección ocular. Entendió, por el contrario, que correspondía una “evaluación profunda” de la situación planteada y, en consecuencia, ordenó la realización de “un estudio técnico de especialidad” para determinar el estado del excasino de oficiales donde funciona el museo y los otros espacios con puesta museográfica.