16 de diciembre de 2022

El fiscal federal Carlos Stornelli acusó al diputado Gerardo Milman por el delito de dádivas porque tiene a su nombre la tarjeta azul de un auto perteneciente a una empresa proveedora del Estado. Por otro lado, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, denunció al legislador del PRO y a la extitular de esa cartera en el gobierno macrista, Patricia Bullrich, por la contratación de «18 supuestos agentes de inteligencia que jamás prestaron funciones». Milman quedó expuesto luego de que en un control vehicular una mujer fue detenida por circular con un registro trucho. La mujer llamó a MIlman para que la sacara del embrollo y el diputado se presentó ante los agentes de la Policía de la Ciudad argumentando que el coche era de él y que la dama era su esposa. Ninguna de las dos cosas era verdad, lo que motivó una presentación del fiscal que intervino en ese caso, César Troncoso, para que se evaluara la conducta de Milman en el Congreso. El caso salió a la luz recién cuando estalló el affaire Casablanca con las modelos contratadas en el área de Inteligencia por el legislador cuando era mano derecha de Bullrich en el ministerio.