29 de diciembre de 2022

Las autoridades judiciales bolivianas ordenaron la detención del gobernador del departamento de Santa Cruz y líder opositor, Luis Fernando Camacho, en el marco de la causa llamada «golpe de Estado I», donde se investiga el rol de varios dirigentes en el levantamiento que forzó la salida del presidente Evo Morales en noviembre de 2019. Para la oposición y la administración cruceña, el arresto fue «un secuestro». Camacho fue detenido por agentes de la Policía vestidos de civil y llevado al aeropuerto local de Viru Viru, desde donde fue trasladado a La Paz y alojado en instalaciones de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), en medio de un fuerte dispositivo de seguridad. «Informamos al pueblo boliviano, que la Policía Boliviana dio cumplimiento a la orden de aprehensión en contra del señor Luis Fernando Camacho», confirmó el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo. Camacho es uno de los más violentos líderes de la oposición boliviana y fue uno de los protagonistas más destacados del golpe contra Evo Morales. Había sido denunciado hace algunas semanas por el paro de 36 días en reclamo contra la fecha para la realización de un censo nacional que proponía el gobierno de Luis Arce. Líder de la alianza opositora Creemos, Camacho estaba acusado de terrorismo y había sido citado por el Senado para que respondiera preguntas en el recinto, pero no se presentó, por lo que quedó expuesto a una nueva denuncia penal. Seguidores de Camacho bloquearon calles con piedras, palos en Santa Cruz, quemaron las oficinas de la Fiscalía de la región y tomaron el aeropuerto de Viru Viru al conocer la noticia. Camacho se hizo conocido cuando tras el golpe de 2019 ingresó al Palacio Quemado de La Paz con una Biblia y una bandera en una suerte de éxtasis místico.