9 de julio de 2023

Luego de que la Casa Blanca anunciara el viernes último el envío a Ucrania de bombas de racimo, un armamento prohibido por una convención internacional ratificada por más de 100 países y cuestionado por organizaciones de Derechos Humanos ante el gran daño que pueden generar entre la población civil, la cancillería rusa señaló que esta decisión “es un gesto de desesperación y una prueba de impotencia”, y añadió que con este tipo de armamento “los civiles estarán en peligro”, informó la agencia Télam.
“La decisión de la administración de Joe Biden de suministrar municiones de racimo al régimen de Kiev es otra manifestación flagrante del curso agresivo antirruso de Estados Unidos, destinado a prolongar el conflicto en Ucrania y la guerra hasta el último ucraniano”, dijo la portavoz del Ministerio de Exteriores, María Zajarova.
De acuerdo a declaraciones citadas por la agencia de noticias Sputnik la vocera determinó que se trata de “un intento cínico de prolongar la agonía de las actuales autoridades ucranianas, independientemente de las bajas civiles”.
En la misma línea, el embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoli Antonov, consideró que la decisión de enviar bombas racimo a Ucrania “acerca a la humanidad a una nueva guerra mundial”.