11 de julio de 2022
A menos de tres meses para las elecciones presidenciales del 2 de octubre, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, acusó a sectores de izquierda por hechos de violencia registrados en Brasil en lugar de condenar específicamente el homicidio cometido por uno de sus seguidores contra un dirigente del Partido de los Trabajadores en Foz de Iguazú este fin de semana. «Dispensamos cualquier tipo de apoyo a quien practica violencia contra opositores. A este tipo de gente pido que por coherencia cambie de lado y apoye a la izquierda, que acumula un historial innegable de episodios violentos», escribió el mandatario en Twitter. El sábado a la noche, el policía penitenciario federal Jorge Guaranho irrumpió en una fiesta de cumpleaños que se realizaba en el salón de un club social decorado con imágenes de la campaña presidencial de Lula y al grito de «aquí es Bolsonaro» disparó contra el tesorero del PT, Marcelo Arruda, guardia municipal de seguridad, que cumplía 50 años. Arruda usó su arma reglamentaria para responder a la agresión pero murió de tres disparos. El policía bolsonarista resultó gravemente herido y permanecía en una sala de terapia intensiva, detenido bajo custodia.
