29 de abril de 2020
Durante la última década, personas que vivían en ciudades de todo el país migraron hacia pueblos rurales con la idea de construir su futuro en un entorno amigable. En su mayoría profesionales y artistas, en este caso de Rosario, comenzaron una nueva etapa para aportar a una ruralidad basada en el respeto por la tierra. Algunos de ellos tienen experiencias comunitarias, como Activando –en las afueras de Zavalla, Santa Fe–, otros se embarcan en familia, como en Lucio V. López, en la misma provincia, en donde se propusieron rescatar la memoria campesina del lugar. Las nuevas tecnologías y el acceso a internet les permiten combinar el trabajo hogareño con los cultivos y la crianza de animales para consumo familiar. Nietos de campesinos migrados del campo a la ciudad durante el siglo XX y educados lejos de lo rural, debieron aprender sobre técnicas y formas de cultivo en desuso. Así, poco a poco le van dando vida a un paisaje rural inhabitado desde hace tiempo.
