3 de agosto de 2023
Foto: Juan M. Quintanilla
El 12 de julio se realizó en la filial Mar del Plata del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos un acto para recordar los 44 años de la revolución sandinista en Nicaragua. Con la presencia del embajador de Nicaragua en Argentina, Carlos Midence, estuvieron los autores del libro Nicaragua, una revolución viva, José Luis De Francisco y Carlos Iborra. La actividad, organizada por el Círculo de Amistad de Nicaragua en Mar del Plata, contó además con la presencia de los concejales Roberto «Tata» Gandolfi y Sol De la Torre, la presidenta del IMFC Mar del Plata, María Guillermina Aumedes, el jefe de la filial, Miguel Ángel Ratti, dirigentes del banco Credicoop y de cooperativas locales.
En la apertura, Luis de Francisco hizo un resumen de los principales ejes que desarrolla en el libro: los logros de la revolución sandinista en sus dos etapas, a nivel social, económico, de desarrollo humano, de servicios y de infraestructura, como así también la reforma agraria y la consolidación democrática. De Francisco contó que el libro, prologado por el embajador Midence, tiene su origen en la visita que hiciera a Nicaragua en 2022 cuando pudo «palpar, tocar, los logros de la Revolución Sandinista, una Revolución Viva, en evolución, profundamente democrática».
A su turno, el embajador nicaragüense profundizó la gestión que realizó el sandinismo en su primera etapa, en la década del 80, a pesar de las presiones y la intromisión de la política exterior del Gobierno de Estados Unidos en lo que considera su «patio trasero»: América Latina y el Caribe. Midence detalló que «entre 1979 y 1990 Nicaragua logró establecer elecciones libres, la reducción del analfabetismo, desarrollar un sistema de salud pública, una reforma agraria y sin desempleo. Entre 1990 y 2006 (con el retorno de los gobiernos neoliberales) volvió a aumentar el analfabetismo, se privatizaron la educación y la salud pública, aumentó la inseguridad, los cortes de energía eran constantes y duraban hasta 15 horas diarias y dejamos de autoabastecernos de alimentos, aumentando la desigualdad social». Midence explicó que el miedo que instauró Estados Unidos entre la población con amenazas de guerras e intervención hizo que la gente votara en contra de la Revolución en 1990. «A pesar de haber perdido tres elecciones presidenciales, pudimos conservar gobiernos municipales, que mantuvieron viva la llama de la Revolución, garantizaron la reforma agraria y fueron la base para volver al Gobierno en 2006 con Daniel Ortega». Al llegar al gobierno, Ortega tomó tres medidas fundamentales: estatizar la educación, las empresas de energía y el regreso al ALBA. «Hoy contamos con soberanía alimentaria por la reforma agraria y producimos el 90% de los alimentos que consumimos, con un rol fundamental de las cooperativas», contó.
Luego de su intervención, fue el momento del intercambio con los asistentes, moderado por el periodista Jorge Censi. Entre otros temas, se hizo hincapié en el rol de los medios masivos de comunicación y las feroces campañas en contra de la revolución.