25 de septiembre de 2023
Se proyectó, en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, el documental Oscar Varsavsky, el científico rebelde, dirigido por Rodolfo Petriz quien, además de documentalista, es periodista especializado en ciencia. Varsavsky fue, sobre todo a fines de la década de 1960 y principios de los 70, una figura destacada por su visión de la ciencia, su sentido y su uso para crear un mundo mejor, en Latinoamérica particularmente. Todo un innovador que llegó a utilizar la incipiente computación de esos tiempos para su obra y sus propósitos humanistas. Las ciencias duras y las ciencias sociales estuvieron unidas por décadas, pero para Varsavsky esta unión se convirtió en el eje de su trabajo a lo largo de toda su vida. El documental deja ver archivos de época, entrevistas a amigos, colegas y familiares, y hasta algunas imágenes del propio científico, renuente siempre a que le tomen fotografías. En una hora y media se hace un exhaustivo repaso por su persona y el contexto sociopolítico de su época, años en los que la lucha por la justicia y un cambio político y social de Latinoamérica estaban en plena ebullición. Es por esto mismo que él quiso aportar desde su obra una nueva visión para los tiempos que corrían, una nueva forma de entender ese presente y una forma de vislumbrar un futuro con un mundo más igualitario y justo. El nombre del documental está inspirado en una frase de Varsavsky perteneciente a «Ciencia, política y cientificismo», uno de sus textos más famosos y polémicos: «La misión del científico rebelde es estudiar con toda seriedad y usando todas las armas de la ciencia los problemas del cambio del sistema social. Eso es hacer ciencia politizada». Ana Grondona, del Departamento de Ciencias Sociales Jackes Martín y Celeste Viedma, investigadora del CCC, acompañaron al realizador en la mesa de presentación.
En diálogo con Acción, Petriz dijo: «Lo que más me atrajo de Varsavsky era una especie de visión radical y revolucionaria frente a la ciencia; él pensaba a la ciencia desde su utilidad social. Su pensamiento era disruptivo en ese momento, él cuestionaba los modos de hacer ciencia y el para qué hacemos ciencia, fundamentalmente en un país latinoamericano. A él le parecía que había que romper, en alguna medida, con los esquemas que nos venían impuestos desde los países centrales, acerca de lo que era la ciencia y cómo debería hacerse y que tendríamos que pensar en una ciencia al servicio de las necesidades nacionales». Para cerrar, destacó esta relación que hacía Varsavsky entre modelo científico y proyecto de país. «Para Varsavsky teníamos que tener definido un proyecto nacional en términos de proyecto de país y en función de eso tener un estilo tecnológico, básicamente, qué tipo de tecnologías tenemos que desarrollar». Y concluyó: «El pensamiento de Varsavsky atravesó las diferentes esferas del quehacer cultural, científico, político y social del país. Él aglutinó elementos de todos esos aspectos para brindar sus ideas». Y lo hizo, y esas ideas mantienen una vigencia tan concreta como esperanzadora.