18 de noviembre de 2023
La Corte Suprema de Justicia avaló la exploración de hidrocarburos océano adentro, pero organizaciones ambientalistas insisten en los riesgos ecológicos.
Potencial. Según la ministra de Energía, Flavia Royón, el desarrollo de la explotación offshore puede generar importantes recursos para el país y requiere construir consensos.
Foto: Getty Images
Mar del Plata, centro tradicional del turismo nacional y de la industria pesquera, es hoy, además, escenario de un amplio debate sobre la posibilidad de explotar riquezas –en este caso, hidrocarburos– océano adentro. Se repite allí una controversia clásica: ¿es posible apostar al desarrollo económico, asumiendo riesgos por la extracción de recursos naturales? ¿O esa vía encuentra un límite insalvable a partir de la eventual afectación de equilibrios ecológicos actuales?
La organización ambientalista Greenpeace advirtió que «ballenas, delfines, pingüinos y muchos otros animales de nuestro mar están en peligro por el avance de las empresas que pretenden localizar petróleo en el fondo marino». Una eventual contingencia negativa, advierte, derivaría en «una verdadera condena para las comunidades costeras y sus medios de vida», ya que «sería inevitable que derrames de petróleo lleguen a las playas, afecten a los ecosistemas marinos, los paisajes y las economías de las ciudades».
Esos y otros argumentos de una decena de organizaciones, sin embargo, fueron recientemente desechados por la Corte Suprema de Justicia, en el fallo que rechazó los planteos contra la exploración de hidrocarburos en el mar argentino, a más de 300 kilómetros de la costa de Mar del Plata. El máximo tribunal dio así luz verde a futuros emprendimientos, que vienen siendo impulsados desde el gobierno nacional frente a las costas del partido de General Pueyrredón y despiertan obvias esperanzas de buenos negocios en las grandes compañías del ramo.
Debate
La secretaria de Energía, Flavia Royón, fue contundente al visitar la ciudad balnearia semanas atrás, donde mantuvo encuentros con sectores que apoyan el desarrollo de la actividad petrolera en la ciudad: «Mar del Plata tiene en el offshore un potencial similar a Vaca Muerta», aseguró.
Anfitriones de Royón fueron los integrantes del denominado «Clúster de Energía», quienes manifestaron su apoyo al proyecto exploratorio que encaran YPF y la estatal noruega Equinor (antigua Statoil) en el área Cuenca Argentina Norte 102. El inicio de una probable explotación se prevé para comienzos del próximo decenio.
«Desde el Gobierno nacional estamos convencidos de que el offshore va a impulsar una mejora en nuestra macroeconomía y la creación de puestos de trabajo a nivel local», expresó la funcionaria. Se proyectan, concretamente, 120.000 nuevas fuentes laborales en las próximas tres décadas.
También la Cámara de Comercio de Estados Unidos en el país (Amcham) manifestó su respaldo. En un comunicado resaltó el aval de la Corte y remarcó las «fundadas evidencias» que indican que «la exploración y explotación petrolera offshore no generaría impactos significativos para los ecosistemas marinos, su biodiversidad, las costas, las playas y los principales medios de vida de las comunidades costeras».
Quienes argumentan en favor destacan que en la actualidad el gas offshore de la Cuenca Austral, de Santa Cruz y de Tierra del Fuego, abastece el 15% de la demanda interna. En el mundo, según la Secretaría de Energía, el 30% de los hidrocarburos provienen de la producción costa afuera en más de 50 países. Los principales son: Qatar, Irán, Noruega y Arabia Saudita. El quinto, Brasil, seguido por Estados Unidos.
Otro factor favorable es la presencia en Mar del Plata de una empresa que produce arena de fractura (que antes se importaba) y un astillero con capacidad productiva demostrada para construir remolcadores para la actividad costa afuera.
En la otra vereda
Presentada como oportunidad y no como un peligro en ciernes, la explotación hidrocarburífera mar adentro requiere, de todos modos, la construcción de consensos ciudadanos y la participación de las instituciones de la sociedad civil «para conseguir la licencia social que el offshore necesita», resumió Royón.
Por lo pronto, la audiencia pública realizada a mediados de 2021 recogió gran cantidad de expresiones de preocupación ante la «alta probabilidad» de derrames de petróleo y la eventual «contaminación irreversible» de los ecosistemas marinos, paisajes costeros y playas, con el consiguiente impacto en las actividades económicas principales de las comunidades costeras, como la pesca, turismo y deportes acuáticos.
«El proyecto propuesto se superpone con el Frente Talud, el principal corredor biológico del mar Argentino, la zona más productiva de nuestro mar, ruta de migración de peces, mamíferos y aves marinas», añadió Greenpeace. Junto al horizonte marino, los actores del sector hidrocarburífero miran hacia el interior del país a partir del proyecto elevado por el Poder Ejecutivo al Congreso, orientado a bajar impuestos para fomentar la inversión en cuencas hidrocarburíferas de larga explotación y rendimientos decrecientes, como son las de la Patagonia, del Golfo San Jorge, del Norte y de Mendoza.
El régimen promovido contempla incentivos fiscales y tributarios (por ejemplo, baja de retenciones a la exportación) a fin de «obtener producción incremental de petróleo crudo en áreas maduras y con pozos de media o baja productividad, o previamente inactivos o cerrados».
Se alienta en ese sentido una mayor producción «por métodos tradicionales, con aplicación de nuevas tecnologías o mediante sistemas o mecanismos móviles de extracción y transporte».
El gobernador chubutense Mariano Arcioni destacó al respecto la necesidad de aumentar inversiones para sostener la actividad y el empleo en San Jorge. La cuenca, que tiene como cabecera a Comodoro Rivadavia y donde se extrae petróleo desde hace 116 años, tiene hoy un potencial productivo de no más de 25 años.