12 de abril de 2017
Islandia se convirtió en el primer país en obligar a grandes empresas y a organismos estatales a demostrar que promueven la igualdad salarial independientemente del género, sexualidad, nacionalidad o etnia de los trabajadores. La norma, que venía siendo debatida y se impuso en la agenda tras una protesta femenina en octubre, fue ideada por el gobierno junto con los sindicatos, patronales y las auditorías, y comenzará a regir en 2018. La meta es que la brecha salarial, por la que las mujeres ganan entre un 14% y un 18% menos que los hombres, sea eliminada totalmente en 2022.