2 de mayo de 2024
Un equipo internacional de investigadores diseñó un material biodegradable compuesto de unas bacterias con la capacidad de descomponerse al final de su vida útil. El «plástico vivo», como lo definen los científicos en un estudio publicado por la revista Nature Communications, es un material de poliuretano termoplástico blando que puede ser usado comercialmente para fabricar calzado, alfombrillas y almohadones, entre otros productos. Está compuesto de esporas bacterianas de una cepa de Bacillus subtilis, una bacteria común en el suelo que, al exponerse a los nutrientes presentes en el compost, germina y descompone este material plástico al final de su ciclo de vida. Los investigadores utilizaron esporas bacterianas debido a su resistencia a las duras condiciones ambientales. A diferencia de las esporas fúngicas, que cumplen una función reproductora, las esporas bacterianas poseen un escudo protector que permite a las bacterias sobrevivir en estado vegetativo. Aunque el estudio actual se centra en la producción de pequeñas cantidades del nuevo material plástico a escala de laboratorio para ver su viabilidad, los investigadores están trabajando en la optimización del proceso para producir el plástico que se autodestruye al final de su vida útil a escala industrial.