7 de septiembre de 2017
Lee Jae-Jong. El vicepresidente de Samsung, esposado, es llevado por la policía. (Young Joon/Pool/AFP/Dachary)
La condena a cinco años de prisión para el vicepresidente y heredero de Samsung desata preguntas en Corea del Sur vinculadas con si marcará el fin, o no, de la alianza entre política y grandes corporaciones. Lee Jae-jong, segundo de la firma, había pagado millones a miembros del gobierno para que aprobara una fusión que lo situaría como cabeza máxima de la multinacional. El escándalo, que llevó a la destitución y a la cárcel a la presidenta de la firma, Park Geun-hye, no fue una sorpresa. La familia Lee ha estado involucrada en delitos contra el erario público desde que se convirtió en una de las grandes industrias del país e incluso recibió indultos especiales. Los cargos por los que encerraron a Jae-jong fueron cohecho, perjurio, malversación de fondos y ocultación de bienes en el extranjero aunque la sentencia será apelada.