Cooperativismo | RÍO CUARTO

Crece desde el pie

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Texto y fotos: Bibiana Fulchieri

La cooperativa Granja de Ideas propone múltiples actividades culturales y productivas para mejorar la vida comunitaria y fortalecer los emprendimientos locales. Apoyo del IMFC.

Invernadero de plantas nativas. Tesio y De Vecchio muestran a Tonelli y Tissera parte de la actividad de la cooperativa.

Un mural que parece no tener fin rodea las instalaciones de la sede de Granja de Ideas, una cooperativa de trabajo dedicada a la cultura, el desarrollo sostenible y la participación comunitaria. En un terreno de 7.500 metros cuadrados ubicado en el Barrio Roque Sáenz Peña, al suroeste de la ciudad de Río Cuarto, esta cooperativa instaló hace tres años su sede y espacios productivos que cambiaron las características del lugar, impulsando actividades territoriales que impactaron positivamente en la dinámica socioambiental del barrio y sus alrededores. «Acá, en este predio, hubo una fábrica de premoldeados de cemento y después fueron pasando otros emprendimientos», explicó Santiago De Vecchio, síndico, que, junto a Ivon Tesio, presidente de Granja de Ideas, acompañó en una visita guiada por el lugar a Pablo Tissera, jefe de la filial Córdoba del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, y Sebastián Tonelli, presidente de la Comisión de Asociados del Banco Credicoop filial Río Cuarto. 

Cuenta De Vecchio que Granja de Ideas se empezó a gestar después de la pandemia mediante la plataforma Zoom, donde se reunieron un grupo de docentes de tecnología y robótica, pintores y activistas culturales, todos convencidos de que debían salir de la virtualidad y accionar para generar condiciones que mejoraran la calidad de vida de los vecinos de Río Cuarto. «Para llevar a cabo nuestro proyecto pedimos permiso al propietario de este terreno y nos instalamos a cambio de mantenerlo; lo primero que hicimos fue sacar camionadas de basura, reciclar los galpones vandalizados y convocar a una muraleada; una acción vecinal que nos permitió interactuar también con las escuelas y conocernos mutuamente», relató De Vecchio. 

Taller de cultivo de gírgolas. Otra de las propuestas destinadas a la comunidad.

Crecimiento y proyección
El recorrido por el predio lleva primero a un invernadero donde se cultivan vegetales mediante el sistema hidropónico; allí reciben agua y nutrientes para su crecimiento, prescindiendo de la tierra. «Apenas tuvimos limpio el predio empezamos la producción de árboles nativos», mostró De Vecchio en otro sitio con múltiples plantas autóctonas, floricultura, cactus y crasas. Y cuenta que se convocó a emprendedores de ferias agroecológicas, lo que generó una sucesión de eventos que se fueron gestando espontáneamente: varios músicos se sumaron a las ferias y también surgieron propuestas gastronómicas, recreativas y educativas. «La mayor convocatoria la tuvimos en la llamada 1° Fiesta Provincial del Asado, una competencia de asadores, allí nos visitaron 10.000 personas».

En poco tiempo el primer núcleo cooperativo integrado por siete personas que buscaban los mismos fines e ideales logró incorporar a cuarenta asociados más, los que se van sumando continuamente, dejando de ser colaboradores eventuales.

«En este galpón de hormigón están nuestras oficinas y también el reciclado nos dio la posibilidad de armar un gran aula donde dictamos nuestros talleres», dijo Ivon Tesio tras una clase sobre el cultivo casero de gírgolas impartida a un grupo de treinta personas que aseguraron haber convertido esta práctica en un emprendimiento productivo, necesario para completar los ingresos familiares. 

Otros talleres son los de computación, robótica, artes marciales mixtas (AMA), entrenamiento grupal de gimnasia, aikido, meditación y yoga de adultos y niños. 

«Acá estamos justo construyendo un domo de madera para uso exclusivo de las clases de yoga y también al lado habrá próximamente un horno de barro con el cual incorporaremos nuevos talleres para capacitaciones que brinden las posibilidades de tener salida laboral inmediata». Esto se suma a los cursos de manicuría, costura creativa, RCP, serigrafía, dibujo y herramientas digitales para emprendedores, entre otros.

Al finalizar el recorrido, Tesio deja su reflexión vinculada al devenir de Granja de Ideas: «En el marco de este contexto político y social actual, hemos recibido un impacto muy negativo en lo que respecta al apoyo de las empresas para nuestros eventos, pero estamos en marcha, siempre con la posibilidad cierta de multiplicar nuestra Granja de Ideas en Córdoba, Salta y Bahía Blanca; sin dejar de buscar proyectos verdes que se están trabajando a nivel mundial e invitarlos a que se instalen acá en nuestra cooperativa», aseguró.

«Desde el IMFC ayudamos a la constitución de Granja de Ideas desde nuestro departamento de Consultoría –dijo Pablo Tissera–. Acompañaremos su fortalecimiento a partir de diversas herramientas y aportaremos lo que necesiten para desarrollar esta entidad, tan productiva y activa en la comunidad riocuartense».

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