7 de agosto de 2024
Miles de personas marcharon a Plaza de Mayo bajo el lema «Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo». Centrales de trabajadores y movimientos sociales convocaron en conjunto a la movilización.
Rumbo a la Rosada. La columna central recorrió el trayecto desde Liniers hasta Plaza de Mayo, donde se realizó la lectura del documento.
Foto: Guido Piotrkowski
«Todos tenemos el compromiso de construir un país más justo, mejor, para todos. No nos resignemos a que los argentinos debemos vivir mal». Con esta frase, el arzobispo porteño, Jorge García Cuerva, sintetizó el reclamo de miles de ciudadanos que acudieron a la iglesia de San Cayetano en el día del santo patrono del Trabajo y otros tantos que protagonizaron una masiva peregrinación desde allí hasta Plaza de Mayo para reclamarle, en este caso al Gobierno, por las políticas económicas de ajuste que puso en marcha desde el primer día Javier Milei.
La marcha marcó de algún modo el regreso de la protesta callejera, un tanto frenada en las últimas semanas pese a la profundización de la crisis social y económica causada por las políticas oficiales.
Ante el contexto represivo vigente, los organizadores prefirieron curarse en salud y los peregrinos caminaron por dos carriles de la avenida Rivadavia sin interrumpir el tránsito para evitar cruces innecesarios con la «custodia» policial. Y poco después de las 14 horas, con puntualidad, comenzó el acto en un escenario montado frente a la Casa Rosada. Tras la lectura de un documento crítico contra la gestión presidencial se produjo la desconcentración.
Hablaron Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo, el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, Hugo Godoy de la CTA-A, Daniel Catalano de ATE capital y Alejandro Gramajo, de UTEP. «Están sometiendo a miles a la pobreza. No son números, es la historia de cada familia que no puede poner pan en la mesa, hay un Gobierno deshumanizado», dijo Almeida. «No ha dejado un solo lugar por atacar, basta de gobernar por decreto», agregó Catalano.
Bajo el lema «Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo», la marcha se había iniciado también puntual, minutos después de las 8 desde la basílica ubicada en el barrio porteño de Liniers. Más allá de la masividad de la manifestación en un momento tan dramático para amplios sectores de la sociedad, en esta ocasión –o tal vez por eso mismo– se destaca la imagen de frente común que dejaron la CGT, las dos CTA y los movimientos sociales, encabezados por la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), y activistas de derechos humanos. Se sumaron por otro lado los sectores de izquierda, que directamente acudieron a la Plaza de Mayo.
Sentimiento popular. Miles de peregrinos acudieron a la iglesia de San Cayetano.
Foto: Guido Piotrkowski
Las esperables chicanas previas del Gobierno de Javier Milei salieron del vocero presidencial, Manuel Adorni, quien pontificó que «la peregrinación debe limitarse a una cuestión estrictamente de fe religiosa y no se tiene que entremezclar la política». De todas maneras, el grupo marchó luego de una ceremonia ritual a cargo de García Cuerva, junto al vicario general y obispo Gustavo Carrara, quienes bendijeron herramientas de la UTEP.
A la cabeza de la movilización, que partió de Cuzco y avenida Rivadavia, se destacaban Gramajo, Hugo «Cachorro» Godoy, Hugo Yasky, de la CTA-T, y Rodolfo Aguiar, de ATE Nacional. Los peregrinos salieron de la calle Cuzco y por avenida Rivadavia caminaron hacia el centro de la ciudad. Había militantes del Movimiento de Trabajadores de la Economía Popular (MTE), del Evita, de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Barrios de Pie, La Cámpora, pero también adherían Libres del Sur, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) y Sacerdotes de Villas y Barrios Populares de la Argentina.
«Se hizo una bendición de herramientas, cerca del santuario de San Cayetano, y antes fuimos a misa. Estamos marchando por dos carriles, es una columna grande, con la idea de llegar a la Plaza de Mayo con la idea de hacer el acto», relató Esteban Castro, de la UTEP, a Radio 10.
«La Argentina está sufriendo como nunca un proceso de hambreamiento de nuestro pueblo», sostuvo a su turno Yasky.
«La entrega del patrimonio nacional que estamos sufriendo, el despido de trabajadores y trabajadoras en el ámbito público y privado lo que quiere es arrasar con la dignidad del pueblo. Por eso hoy, en el marco de San Cayetano, (estamos) unidos exigiendo terminar con esta situación de hambre. Paz, Pan, Cierre, Techo y Trabajo», indicó Godoy.
«Lo que le pedimos a San Cayetano es ser un poquito como él: hacía hospitales para los pobres, hacía que los curas fueran pobres, que fueran sencillos, que estuvieran al lado de los pobres. Fue el primero que hizo un banco para los pobres (…), les daba crédito a los pobres. Ojalá Milei aprendiera un poquito de este hombre», sostuvo el padre Francisco «Paco» Olveira en Futurock.
«Este es un paso más del plan de lucha que es acompañar a los sectores sociales en una movilización multitudinaria. Es una jornada más de protestas ya que todos los sectores estamos haciendo todos los reclamos que tiene cada actividad», declaró a C5N Pablo Moyano, secretario general de la CGT y adjunto de Camioneros. Moyano agregó luego que «Adorni, Federico Sturzenegger y Luis Caputo venden un país que no es. Son dos Argentinas: la ficticia de ellos y la que vemos todos los días nosotros».
También se había expresado a favor de la marcha el ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco. «Este modelo de desindustrialización, de desempleo, de caída de los salarios y las jubilaciones ha impactado muy fuertemente sobre el conjunto de la población y nosotros creemos que rápidamente hay que cambiar el rumbo de esta economía, porque no se ve ningún brote verde, está árido, es un desierto y no se ve ninguna luz al final del túnel tampoco».
En una asamblea realizada en la sede del sindicato del neumático, Sutna, un sector de la izquierda había acordado ir directamente a la Plaza con una columna en la que se nucleaban varios gremios. Mientras tanto, en la iglesia de Liniers, miles de fieles que se habían reunido desde la noche anterior en las calles adyacentes hacían sus plegarias para pedirle a San Cayetano por encontrar empleo o conservarlo. Los menos, según las declaraciones a los medios que fueron a cubrir la celebración –que se hizo mucho más masiva este año– a agradecer por haber encontrado uno en medio de una situación explosiva. Sin embargo, la cobertura no llenó espacios en los canales de mayor audiencia. Había otros temas que les resultaban más convocantes.