9 de septiembre de 2024
Integrada por 15 abogadas de distintos puntos del país, la red de profesionales promueve otra mirada para asistir y asesorar a mujeres y diversidades.
Contra la Justicia patriarcal. Melisa García y Flavia Cartabia, dos de las integrantes de Abofem.
Foto: Rolando Andrade Stracuzzi
Durante la pandemia de covid en 2020, con las mujeres en sus casas (a cargo de las tareas del hogar y también del trabajo remoto), se acrecentaron las violencias hacia ellas. Pero así como creció esta estadística, también el confinamiento fue una oportunidad para pensar salidas colectivas. Así nació la asociación civil Abofem: con capacitaciones virtuales y encuentros entres abogadas, se gestó una red feminista con ganas de hacer valer los derechos de mujeres y diversidades.
Después de varios meses de trabajo subterráneo, mirando de cerca la experiencia de un grupo de abogadas en Chile, Melisa García –y varias colegas más– empezó a trabajar en esta red que desafía la lógica patriarcal de la Justicia. A cuatro años de aquellos inicios, Abofem sigue creciendo, con más abogadas que se fueron sumando y hallaron en esta propuesta la oportunidad de ejercer el Derecho con una perspectiva feminista e interseccional. Actualmente la red cuenta con un entramado territorial que les permite analizar los casos dentro de un patrón que se reitera: la estigmatización y la criminalización de las mujeres y las diversidades sexuales y de género.
«El sistema judicial no fue diseñado para tener a las mujeres como sujetos de derechos. Reconociendo la falencia histórica es que tratamos de hacer nuestro aporte, trabajamos con perspectiva de género y disidencias», dice García, y agrega sobre el funcionamiento de la Justicia: «Lo que esconden las generalidades de las leyes son estereotipos de género». En una profesión tan solitaria, en la que se pierde de vista lo social del Derecho, las abogadas de Abofem tienen el desafío de dar vuelta esa lógica patriarcal.
Para este colectivo de abogadas es necesario analizar cada caso con «lentes transfeministas» porque son las mujeres y las diversidades las más desprotegidas ante la ley. Si a la cuestión de género se le suman situaciones de vulnerabilidad social, racismo y falta de contención familiar, las violencias a las que son sometidas en los procesos judiciales son aún mayores.
Una reforma necesaria
Desde Viedma, Río Negro, la abogada e integrante de Abofem, Julia María Mosquera, milita la necesidad de una reforma judicial transfeminista. Pero, ¿qué sería eso? «El Derecho es, históricamente, un área heterocisnormativa, construido por varones para varones, desde su óptica y dispuesto a sus intereses, donde las mujeres aparecemos como objetos de tutela. Necesitamos una reforma que cambie esa perspectiva, debemos ser sujetos de acción, y así demostrar que el sistema judicial puede dar otra respuesta». Mosquera señala además que hay que pensar con una perspectiva interseccional, lo cual no se hace actualmente en la Justicia. No se consideran las otras violencias por las que atraviesa esa mujer. «Cuando estamos evaluando un caso, tenemos que pensar en su entorno, debemos insistir en el reclamo de todos los derechos que les son negados a esas mujeres».
García explica cuál es el trabajo concreto de Abofem: «Nuestro trabajo cotidiano es dar luz sobre eso, contextualizar e historizar, para poder generar cambios significativos en el caso por caso, sin generalizarlos. Cuando hay un operativo de estereotipo de género tratamos de desmantelarlo –dice la abogada–, vamos desmontando prejuicios caso por caso, tratando de que los jueces entiendan todos los compromisos internacionales sobre los derechos de las mujeres y de las niñeces en los cuales se ha comprometido Argentina, y la Justicia no está fuera de eso. La idea es generar cambios y poner un poco de luz a lo que pasa en el sistema de Justicia, donde se cristalizan un montón de desigualdades y se ven en el caso por caso».
Desde Paraná, en la provincia de Entre Ríos, Emma Clementi trabaja por una Justicia más inclusiva, pero muchas veces se enfrenta a una realidad poco alentadora: «Cuesta hacernos un lugar en los territorios con una perspectiva distinta, pero de a poco, y con la ayuda de esta red, vamos enfrentando a un sistema tan patriarcal».
«Le debemos a las feminidades una respuesta distinta desde el Derecho. Nosotras intentamos dar una imagen distinta de las abogadas, sentamos un posicionamiento político distinto para poder, con el tiempo, generar cambios en la Justicia. Por eso asumimos el desafío de hablar de feminismo desde adentro, damos la batalla desde adentro de la Justicia», celebra García.
Con un Estado nacional cada vez más ausente, ya sin Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad; sin políticas públicas a disposición de los colectivos más vulnerados y con un presupuesto inexistente para erradicar las violencias, la función de Abofem resulta cada vez más importante. En su perfil de Instagram, ttps://www.instagram.com/abofemargentina/ es posible conocer más sobre su trabajo y contactar a las profesionales.