25 de octubre de 2017
El cierre de ramales ferroviarios durante la década del 90 trajo como consecuencia que cientos de pueblos chacareros, principalmente de la provincia de Buenos Aires, se fueran convirtiendo en localidades fantasma. Si bien el fenómeno abarca a todo el país, solo en territorio bonaerense, el más afectado, hay unos 200 pueblos «en vías de extinción». Las hoy abandonadas estaciones –como las de las fotos, R. J. Neil, Crotto, Rosas, San Mauricio, Bosch y Ramos Otero – supieron ser no solo espacio de reunión y tránsito de vecinos y visitantes, sino principalmente la única vía de salida de la producción de la zona. En la actualidad, deterioradas y solitarias –como los poblados– pelean día a día contra la humedad, los fuertes vientos y los pastizales que invaden sus fachadas de ladrillos descoloridos. En ocasiones funcionan allí centros culturales o bibliotecas que, de alguna manera, intentan mantener con vida el pasado y tradición de los pueblos para ganarle la pulseada al olvido.