5 de octubre de 2024
Mauricio Macri rescató a la exgobernadora bonaerense de su semiostracismo y la ubicó como directora de la Fundación Pensar. ¿Una pieza clave para preservar al Pro en su alianza con La Libertad Avanza?
Diputada. El regreso a escena de Vidal es parte de la estrategia del expresidente para forzar un acuerdo con la LLA de modo de formar una alianza.
Foto: Paola Olari Ugrotte
Acorralado por los seguidores de Patricia Bullrich y Karina Milei que pretenden conquistar su menguado territorio, el expresidente Mauricio Macri parece decidido a rescatar a María Eugenia Vidal de su semiostracismo político para convertirla en una pieza clave para la supervivencia del PRO.
La exgobernadora de la provincia de Buenos Aires que fue ampliamente derrotada en las elecciones de 2019, es la directora de la reverdecida Fundación Pensar que en un voluminoso informe evaluó favorablemente la baja de la inflación, el esfuerzo de la sociedad para acompañar un «ajuste necesario», la supuesta recuperación del salario y el superávit comercial –en verdad, fruto de la caída de las importaciones– aunque no dejó de mencionar la falta de señales positivas en cuanto al consumo y la recaudación.
El inminente retorno al primer plano dirigencial de la actual diputada forma parte de la estrategia de Macri para forzar un acuerdo con La Libertad Avanza (LLA) que le permita construir una alianza electoral en la que su fuerza, que está siendo devorada por los mileístas en la mayoría de los distritos, pueda conservar buena parte de sus diputados y senadores (renueva 22 y 2, respectivamente), una tarea que parece condenada al fracaso habida cuenta de los números que arrojan las encuestas y de la decisión de Milei de no cederle los primeros puestos en sus listas en el caso de que se arribe a un avenimiento.
La pulseada entre ambas fuerzas afines, que se desarrolla desde hace varios meses, se expresó últimamente, por ejemplo, en las dificultades con las que tropezó el primo del expresidente, Jorge Macri, para lograr la aprobación del Código Urbano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que solo contó con los votos propios, los de sus aliados y los de los libertarios enfrentados con Karina Milei.
La abstención de los legisladores del bullrichismo desató una guerra abierta entre Mauricio y Patricia, quienes intercambiaron duros epítetos que preanuncian una ruptura definitiva. En tanto, el bloque de legisladores que responde a la hermana del presidente votó en contra de la medida.
Coalición
Resulta evidente que el macrismo necesita moverse con estudiada ambigüedad en esta pulseada para no dinamitar los puentes con «las fuerzas del cielo» y tal actitud se transparenta en recientes declaraciones de Vidal a LN+ en las que expresó: «No descartamos una coalición electoral con el Gobierno, pero nos parece que lo que se está poniendo en discusión con la fusión no es cambio sí o cambio no». Y añadió: «Queremos seguir siendo PRO y, por supuesto, también queremos acompañar el cambio, pero me parece que una cosa no está en contra de la otra. Apenas el presidente dijo en la Asamblea Legislativa que iba a convocar al Pacto de Mayo el primero que anunció que había que estar fue Mauricio. A la Ley Bases la apoyamos y las leyes que mandó el Gobierno las defendimos como si fueran propias», subrayó.
Fusión. La legisladora dijo a LN+: «No descartamos una coalición electoral con el Gobierno, pero queremos seguir siendo PRO y también acompañar el cambio».
Foto: NA
No puede extrañar entonces que, con la excusa del relanzamiento de la Fundación Pensar, a Vidal se le ha encomendado recorrer sus sedes en las distintas provincias para reforzar los armados locales, incorporar sangre nueva y proveer al macrismo de insumos técnicos que le faciliten el armado de propuestas atractivas para una ciudadanía escéptica cada vez más decepcionada con las recetas neoliberales.
Vasos comunicantes
El primer paso lo dio en Entre Ríos y luego se trasladó a Córdoba, donde junto a la armadora oficial en ese distrito, Soher El Sukaria, promovieron una reconstitución del golpeado PRO, obligado a afrontar difíciles batallas con la UCR, LLA y el propio cordobesismo que está vaciando de militantes a los amarillos. No obstante, ambas dirigentes se ocuparon también de preservar las buenas relaciones con el gobernador Martín Llaryora, con quien mantienen vasos comunicantes.
Pero el desafío más fuerte que Macri parece dispuesto a proponerle a la exgobernadora es encabezar la lista de candidatos a senadores por CABA en el supuesto de que no haya consenso con los libertarios para marchar juntos. Se estima que en ese caso Patricia Bullrich podría ser promovida como la postulante de LLA. Hay también quien propone al actual vocero presidencial Manuel Adorni, pero las mediciones encargadas por sus conmilitones no lo favorecen.
Por otra parte, el expresidente, que reconoció públicamente su aburrimiento en el ejercicio de la función legislativa, no sería el hombre ideal para postularse para esa tarea. El problema central es que el distrito porteño es la principal fortaleza del PRO –lo gestiona desde hace 17 años– y la carencia de un candidato fuerte podría significar una derrota catastrófica que sepultaría a los cambiemitas. Esto, en última instancia, podría obligarlo a asumir tal responsabilidad.
Si se efectiviza la apuesta de Macri de consagrar a Vidal como principal lugarteniente y no se avanza en la confluencia con LLA, el lanzamiento de la candidatura de Vidal se concretaría con un acto público antes de fin de año.