13 de noviembre de 2024
El Tribunal de Apelación de La Haya, en Países Bajos, revocó una sentencia de 2021 que obligaba a la petrolera Shell a acelerar el ritmo de reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero. Según esa sentencia, la empresa debía alcanzar un recorte del 45% para 2030, en comparación con 2019. En esta nueva decisión, el Tribunal Supremo de los Países Bajos, afirma que «Shell tiene la obligación de limitar sus emisiones de CO2 frente a los ciudadanos» sobre la base del derecho humano a la protección frente a los cambios climáticos peligrosos que deben respetar empresas como la de combustibles holandesa. Sin embargo, el tribunal consideró que «no hay un consenso suficiente en la ciencia climática sobre un porcentaje de reducción específico al que una empresa individual como Shell debería adherirse».