19 de noviembre de 2024
El sector que suele ser uno de los motores de la economía muestra durante todo este año descensos solo vistos durante la pandemia. Desempleo y expectativas.
Iniciativa privada. Hasta agosto, de los 138.785 empleos destruidos, el 47,6% pertenece al sector de la construcción.
Foto: Enrique García Medina
Pese a los anuncios rimbombantes y números estrafalarios del presidente Milei acerca del fin de la recesión, la realidad y también la historia se empeñan en contradecirlo. Mientras la mayoría de los sectores muestran una trayectoria en serrucho, sin una tendencia firme hacia la recomposición, cabe destacar que como en todo ciclo político, hay rubros ganadores y otros perdedores. Entre los primeros, destacan los ligados a la exportación, como Agricultura, con un 42% acumulado interanual, Pesca, con un 14%, y Explotación de minas y canteras, con un 7%. Electricidad, agua y gas, y Enseñanza un 1%, de acuerdo a datos de la consultora Invecq, mientras que los sectores más rezagados son consumo masivo, gastronomía y hotelería y la construcción, jaqueado por la casi total paralización de la obra pública y los aumentos en costos.
Si hacemos foco en la construcción, este sector exhibe un comportamiento errático, con avances y retrocesos en los 10 primeros meses del año. El rubro se mueve en zigzag, ni en V ni para arriba como gas de buzo. Si bien septiembre mostró indicios de recuperación −de acuerdo a datos del INDEC− con un alza del 2,4% respecto a agosto, en su comparación interanual arrojó un descenso del 24,8%, mientras que la acumulada interanual arrojó una baja del 29,5%. El consumo de los insumos para la construcción en septiembre en su comparación interanual evidenció bajas en los 13 rubros, de dos dígitos en 11 de ellos y de un dígito en los 2 restantes, que van desde el 47,4% en artículos sanitarios de cerámica, hasta el 11,3% en placas de yeso mientras que, en el acumulado del año, la situación es más pareja. Las caídas son de dos dígitos en los 13 rubros. Arranca con el asfalto (−50,7%) y cierra con cales en −15,2%.
En octubre, esa recuperación, que no puede llamarse tendencia, mostró señales negativas. El Índice Construya (IC), que registra la evolución de los volúmenes de insumos vendidos del sector privado, relevó un retroceso del 2,79% mensual desestacionalizado en octubre y un desplome del 28,20% en la comparación con el mismo período de 2023. «Tras haber tocado un piso en marzo pasado, y después de varios meses de importante recuperación, en octubre volvieron a reducirse los despachos de materiales para la construcción al canal comercial. La demanda de materiales para obras residenciales está subiendo a un ritmo muy gradual», indicaron desde Construya. El acumulado en los primeros diez meses del año arrojó una contracción interanual de 28,7%, más de un cuarto de su poder de venta en el último año. Por su parte, los despachos de cemento Portland cayeron 1,1% mensual y 20% en el registro interanual en octubre. Y acumulan una retracción del 26,2% en los 10 meses de 2024. El consumo mostró una baja de 1,3% comparado con septiembre y de 19,9% en relación al mismo mes de 2023. La caída acumulada en los primeros 10 meses del año llega a 26,3%, de acuerdo a relevamientos de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCB). La figura del serrucho parece estar imponiéndose como un patrón de este sector, pero no solo del rubro de la construcción.
Puestos de trabajo
Los puestos de trabajo registrados en la actividad de la construcción en el sector privado registraron en agosto una baja del 17,5% con respecto al mismo mes del año anterior. En el acumulado enero-agosto de 2024, este indicador presentó una baja del 17,4% con respecto al mismo período del año anterior, informó el INDEC.
Obra pública paralizada. Las transferencias de Nación a las provincias para financiarla se derrumbaron un 80% respecto al año pasado.
Foto: Casa Rosada
Vale recordar que esta actividad tiene altos niveles de informalidad en su modalidad de contratación y que los datos oficiales remiten a empleos registrados. Por su parte, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), que relevó la destrucción de puestos de trabajo entre noviembre de 2023 y agosto de 2024, sostiene que en dicho período se perdieron más de 180.000 empleos, de los cuales 66.000 son del sector de la construcción. Pero si vamos al sector privado, de los 138.785 puestos perdidos, el 47,6% es del sector de la construcción.
Y la perspectiva a corto plazo no parece estar próxima a modificarse. De acuerdo con las expectativas de los empresarios del sector, relevadas por el INDEC, en lo que refiere a la «variación estimada para los próximos tres meses de la cantidad de personal ocupado, permanente y contratado, entre las empresas que se dedican principalmente a obras privadas 77,1% prevé que no habrá cambios, 12,8% estima un aumento y 10,1% una disminución. En el caso de los empresarios que se dedican a obras públicas, 66,7% cree que no habrá cambios, 22,5% estima que disminuirá y el 10,8% restante opina que aumentará».
El Gobierno se entusiasma con un alza en la superficie a construir autorizada por los permisos de edificación para obras privadas, por (suponen) el crecimiento del crédito hipotecario. El dato, que releva 176 municipios, registró en agosto de 2024 una suba del 7,7% con respecto al mismo mes del año anterior. Sin embargo, la superficie autorizada acumulada durante los ocho meses de 2024, en su conjunto, registró una baja del 11,9% con respecto al mismo período del año anterior.
Pero los empresarios del sector «sí la ven». De acuerdo con los resultados obtenidos por la encuesta cualitativa de la construcción del INDEC, realizada a grandes empresas del sector para el período octubre-diciembre de 2024, el «69,7% de las empresas que realizan principalmente obras privadas prevé que el nivel de actividad del sector no cambiará durante los próximos tres meses, mientras que un 16,5% estima que aumentará y un 13,8% que disminuirá. Entre las empresas dedicadas fundamentalmente a la obra pública, el 51% opina que el nivel de actividad no cambiará, mientras que el 34,3% cree que disminuirá y el 14,7% que aumentará».
Así, el encarecimiento en dólares de los costos, una recuperación muy incipiente del crédito hipotecario, la paralización de la obra pública a nivel nacional y provincial (un derrumbe del 79,8% interanual en términos reales) y un cambio de precios relativos conforman el combo necesario y suficiente para desatar una tormenta perfecta en el sector.