18 de noviembre de 2024
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se acercó este domingo hasta la Iglesia de la Santa Cruz, donde descansan los restos de Leonie Duquet, una de las dos monjas francesas a quienes Alfredo Astiz marcó en diciembre de 1977 para ser secuestradas, trasladadas al campo de concentración de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y arrojadas vivas al mar. El mandatario francés, junto con su esposa, Brigitte Macron, dejó una ofrenda floral en el lugar, tras haber estado reunido en el interior de la parroquia con familiares de víctimas francesas del terrorismo de Estado en la Argentina, quienes le hablaron de la embestida del gobierno de Javier Milei contra las políticas de Memoria, Verdad y Justicia y le pidieron que le recordara al Presidente sus obligaciones en materia de derechos humanos. “Así lo haré”, respondió el mandatario galo, que también dijo que no podía enterrarse la memoria, consignó Página12.
Entre quienes participaron del encuentro con Macron estuvieron el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, referente del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj). Había también representantes de Abuelas de Plaza de Mayo y del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). Además, se encontraban familiares de víctimas francesas del terrorismo de Estado, como Eric Domergue, Michel Ortiz y los hermanos de Marie-Anne Erize. Estaba también Ana Careaga, sobreviviente de la dictadura y una de las hijas de Esther Ballestrino de Careaga, secuestrada el 8 de diciembre de 1977 en la Iglesia de la Santa Cruz, y quien le habló de los despidos de trabajadores del área de derechos humanos y de los sitios de la memoria que están en riesgo.