24 de septiembre de 2013
El re-bautismo de la estación Malabia del subte a la que se adicionó el nombre del ilustre músico Osvaldo Pugliese es sencillamente inaceptable. Piénsese en la ex estación Agüero de esa misma línea B. No se le agregó el nombre del zorzal criollo, se eliminó el antiguo. Y no hubo, creo, ningún menoscabo a la figura del constituyente de 1816. Sigue recordado y homenajeado en su calle homónima.
Por otra parte, no tengo presente ninguna denominación de sitio alguno en la ciudad que recuerde a dos personalidades simultáneamente y que no guardan condición común alguna. En el interior de los trenes la pantalla que señala las estaciones sólo está indicada como Malabia. ¿Quién la nombra como Pugliese? Pareciera que fue un agregado de lástima. ¿Por qué no se denominó a la otra como Agüero/Carlos Gardel? ¿Por qué, entonces, aquí se siguió un criterio opuesto? Propongo que se actúe con la misma vara y se elimine el nombre de Malabia, porque ya es recordado por la calle homónima.
José J. Kamenetzky
Ciudad de Buenos Aires