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Instagram al banquillo en Argentina

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Esteban Magnani

Un estudio de abogados presentó en la Justicia local una demanda contra Meta porque los datos de los usuarios que utiliza Instagram para generar ganancias millonarias no son debidamente compensados.

Abogado. Pablo Zappulla, docente de Criminología (UBA), inició la querella junto con el estudio CKZ.

Foto: Rolando Andrade

«En 2023 Instagram recaudó 60.000 millones de dólares y el 95% de esa plata se explica por la publicidad», detalla Pablo Zappulla, docente de Criminología (UBA) e integrante del estudio de abogados que presentó una demanda contra la empresa Meta por el uso que la red sociodigital, que le pertenece, hace de los datos de los usuarios. Estos son utilizados como materia prima para un negocio multimillonario, pero Meta no brinda una compensación económica para quienes los generan.

El valor de los datos es una problemática que ha venido creciendo en los últimos años y que solo crecerá en el futuro. Por eso los impulsores de la demanda consideran que es algo que tiene que discutirse y resolverse de alguna manera. «Cuando tratamos de ver por qué la publicidad explica esas ganancias es porque se realiza una segmentación que atrae a las empresas a que publiciten sus marcas. Instagram recibe plata de las empresas, las empresas venden sus productos y toda esa cadena de valor se construye a partir de nuestros datos, que son los únicos que no generan ningún tipo de ganancia. Es donde entendemos que hay un planteo que es importante que en Argentina empiece a discutirse hoy, porque en el futuro, en 20 o 30 años, todavía vamos a estar hablando sobre el rol de los datos», explica el especialista, quien también trabaja como Gerente de Proyectos Especiales en la Municipalidad de Moreno, en la provincia de Buenos Aires.

–El planteo que hacen parece una lucha de David contra Goliat. 
–Es realmente un «David contra Goliat» si se contempla que la parte actora es un vecino de San Martín, de un barrio popular, que es a quien nosotros estamos representando en esta demanda. La discusión surgió a raíz de un cambio de perspectiva que nosotros vemos que se está desarrollando en el mundo, en donde las empresas de tecnología empiezan a tener mayor poder a partir del uso de datos como materia prima. Esta perspectiva ya se está extendiendo en otros países como los Estados Unidos y le da más volumen a esta hipótesis. Lo que hicimos es empezar a complejizar qué ocurre con la cadena de valor de los datos.

–¿Cuál es el sustento legal de la demanda?
–Nosotros trabajamos con tres antecedentes dentro de nuestra normativa. El primero es el del artículo 332 del Código Civil y Comercial. Nosotros planteamos que Instagram está ocultando en sus términos y condiciones sus verdaderas pretensiones y que estas se agudizan porque Instagram se aprovecha de nuestra inexperiencia o ignorancia para obtener una ventaja patrimonial desproporcionada. Y esto en nuestro Código Civil constituye la figura de «lesión». Luego trazamos un paralelismo con el artículo 1.962 que aborda la lógica de los materiales ajenos, que en realidad se utiliza para la hipótesis de la siembra y del uso de los materiales ajenos. Lo que plantea ese artículo es que si yo aporto a una cadena de valor y hay uno de los actores que motoriza esa cadena que no se está viendo beneficiado, corresponde un reconocimiento. Y, por último, el eje vertebral de nuestra demanda es que cuando nosotros aceptamos las condiciones para usar la aplicación en ningún momento renunciamos a la posibilidad de que nos compensen por el uso de esos datos. Ahí es donde nosotros encontramos la legitimación activa para poder hacer el reclamo. 

–¿Cómo se podría calcular el valor de los datos que entregamos?
–Sería maravilloso que podamos llegar hasta la instancia en la que ellos expliquen los detalles de su negocio para saber cuánto vale cada dato. Nosotros hemos tratado de tener o de evaluar costos en torno a esta cuestión. Hemos hecho muchas cuentas respecto de cuánto cotiza en la bolsa la empresa, cuánta es la plata que facturó. Lo cierto es que es muy difícil acceder a estos cálculos y también es muy difícil acceder a los montos de estas empresas. No brindan la información de manera pública, accesible y clara. Mucho menos respecto a lo que específicamente se genera en la Argentina. Con lo cual hoy a nosotros se nos haría imposible poder hacer un cálculo en ese sentido. La Justicia va a ser la que tenga que arbitrar los medios en caso de que lo entienda oportuno para establecer cuánto es el valor del dato, pero tampoco es una discusión en la que queramos meternos. Lo que sí decimos es que hay una cadena de valor donde el dato produce un enriquecimiento, pero acá no hay un reconocimiento pecuniario. 

–¿Por qué se enfocaron en Instagram y no en Facebook o WhatsApp, también de Meta?
–Nosotros tenemos una caracterización de mercado en la que Facebook va teniendo menor uso en horas de teléfono celular que Instagram. Después de WhatsApp, Instagram es la plataforma más utilizada en Argentina y es por eso que entendíamos que era importante poder hacer ese planteo.

–¿Por qué su estudio de abogados se mete en esta lucha? 
–Nuestro estudio aborda cuestiones de aspecto integral en el derecho. Abordamos cualquier problemática que nos llegue al estudio, pero también tenemos una metodología de trabajo en la cual no trabajamos solo a demanda de los clientes, sino que también discutimos mucho sobre temas del derecho. En el marco de las plataformas digitales entendemos que hay un aporte del derecho que es muy importante de cara al futuro y a lo que se viene. Hoy la realidad es que el derecho argentino corre desde atrás respecto al avance de las tecnologías y que tenemos que empezar a dar discusiones en torno a esta problemática porque entendemos que hoy los factores de poder en el mundo están dándole mayor importancia a la acumulación de los datos que a la acumulación de acciones en Wall Street. En 2022, las principales cinco Big Tech, Apple, Microsoft, Amazon, Google y Meta, superaron los siete billones de dólares en recaudaciones. Eso supera los PIB de México, Argentina, Uruguay y Brasil sumados, para dar un ejemplo. Entonces, como nosotros entendemos que estas Big Tech están empezando a tener un rol político global importante, y cómo utilizan los datos para generar el dominio en el mundo, las leyes tienen que empezar a estar a tiro respecto de este avance. Como hoy en Argentina hay un atraso, queremos hacer un aporte que pueda empezar a generar avances en materia de cómo pensamos la normativa y cuál es el derecho de los usuarios en toda esta discusión.

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