17 de julio de 2025
En la localidad de Unquillo nació Pachaka, primera cooperativa de guardaparques de la provincia. Apoyo del IMFC y el Banco Credicoop.

Pioneras. San Martín, Carvajal, Lucarelli, Coraglio y Gaitán durante el recorrido por Los Quebrachitos.
Foto: Bibiana Fulchieri
A pocos kilómetros del centro de la ciudad de Unquillo –localidad integrante del Corredor de las Sierras Chica hacia el oeste de Córdoba capital– está la Reserva Hídrica Recreativa Los Quebrachitos, un reservorio natural de 5.000 hectáreas que se ha constituido en un oasis serrano colmado de flora y fauna autóctona. También se encuentran allí dos construcciones históricas: la Capilla Villa Leonor y la Casa Museo Guido Buffo, ambas de gran valor patrimonial y turístico.
En este sitio se realizó un encuentro entre Noel San Martín, directora de la reserva Los Quebrachitos; Florencia Lucarelli, presidenta de la Cooperativa de Trabajo Pachaka; y Sol Coraglio, asociada. Ellas recibieron a Damián Carvajal, gerente de la filial Villa Allende de Credicoop y a Marta Gaitán, titular de la Secretaría de Géneros del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos e integrante de la filial Córdoba. Los visitantes se interiorizaron sobre la reciente conformación de cooperativa de guardaparques Pachaka y sus actividades dentro de la reserva municipal y la Reserva Natural de la Reserva Ascochinga (RNDA). El sitio es gestionado en convenio con el Ministerio de Defensa de la Nación y la Administración de Parques Nacionales.
«Dentro de nuestras ordenanzas municipales hay un artículo específico para incorporar actores locales, para así fomentar la integración colectiva de todos los espacios de esta reserva», explica Noel San Martín. Esta integración organiza el trabajo de guías, biólogos, la gestión de la casa museo y el vivero. «Desde el área de Género se propicia también el vínculo con la comunidad LTGBIQ+, de esa manera firmamos un acuerdo con la cooperativa Pachaka, integrada por mujeres y disidencias sexuales, que tienen el gran desafío de ser el control de estas áreas protegidas, pero también realizar las tareas pedagógicas de inculcar la educación ambiental», agrega la directora.
Las integrantes de esta cooperativa, primera en su tipo en la provincia de Córdoba, aportarán sus saberes para incidir en estos ecosistemas. «Tenemos solo tres guardaparques municipales, por lo cual era necesario incorporar más profesionales, pues en las temporadas altas y los fines de semana tenemos más de 120 vehículos en nuestro estacionamiento y era imposible con este personal garantizar el cuidado integral del predio», agrega San Martín.
Tierra y puente
«Nos unimos en Pachaka cooperativa en el año 2023. Todas las integrantes pertenecemos al primer grupo de egresadas de la Tecnicatura Provincial en Guardaparques de la Universidad Provincial de Córdoba», explica Sol Coraglio. Y agrega: «Nuestro nombre está conformado por dos vocablos quechuas que significan “tierra” y “puente”».
Gracias a una cooperativa hermana, Chaski, vinculada a la RNDA, pudieron tener herramientas y apoyo para formalizarse y crecer. Al poco tiempo incorporaron voluntarios. «Nuestra cooperativa aporta cuatro guardaparques, pero ya sumamos más de treinta voluntarios y necesitaríamos más; siempre pensando en que tenemos que lograr una manera de autosustentarnos, por ejemplo, con el cobro de un bono contribución a los visitantes –dice Coraglio–. No fomentamos la tercerización, ofrecemos tareas específicas en tiempos acotados y nunca reemplazaremos al Estado y sus responsabilidades», remarca.

Tesoro natural. Enclavada en las Sierras Chicas, la reserva recibe cientos de visitantes cada fin de semana.
Foto: Bibiana Fulchieri
Algunas de las tareas que Pachaka tiene asignadas son la recepción y ordenamiento general del espacio público en la reserva Los Quebrachitos; el refuerzo de la información turística; la conservación y el cuidado de fauna y flora, promover el uso recreativo de los edificios históricos del predio y regular el trekking según capacidad de carga de los senderos.
«En la actividad de guardaparques ponemos en ejercicio nuestro rol, formadas desde la universidad pública, para la conservación ambiental del bien común», relata Florencia Lucarelli mostrando la flamante cartelería y la garita de ingreso a la reserva. Se definen como «militantes ambientales» que se profesionalizaron para que esa tarea también sea una oportunidad laboral. «Nos costó muchísimo porque el ámbito de guardaparques está muy masculinizado, pero tenemos capacitación para hacer frente a muchos desafíos, debemos visibilizar más nuestras tareas como parte de un colectivo de mujeres y disidencias sexuales que siempre nos ubicaron en la tangente y vemos acá la oportunidad de generar estrategias para no quedar afuera». Lucarelli cuenta además que la cooperativa está preparada para equilibrar «territorialidad histórica» con naturaleza, prevenir incendios y colaborar en el manejo de cuencas hídricas.
«Desde el IMFC pudimos conocer en esta visita a Los Quebrachitos y en el diálogo con las integrantes de la cooperativa Pachaka, cómo desde esta asociación de mujeres y disidencias lograron articulaciones virtuosas entre programas de gobierno, asociaciones y cooperativas, a las cuales ayudaremos desde nuestra institución, acompañando todo lo que contribuya a su sostenibilidad», dice Marta Gaitán.
Al finalizar el encuentro, Carvajal relató: «Las integrantes de Pachaka se presentaron en la filial Villa Allende de Banco Credicooop para contarnos que eran un grupo de guardaparques que estaban en proceso de cooperativizarse. Logramos accionar para que de manera efectiva reunieran la documentación necesaria y obtuvieron la apertura de su cuenta –relata el gerente–. Nos comprometimos como entidad cooperativa a colaborar también con el desarrollo de esta actividad ambiental tan necesaria en nuestra región». Un engranaje auspicioso para potenciar el trabajo asociativo en la región.