9 de octubre de 2013
Bruno Barilla, director de la principal fábrica de pastas de Italia, tuvo que disculparse para atenuar la campaña contra la empresa. «No vamos a hacer publicidad con homosexuales porque nos gusta la familia tradicional. Si los gays no están de acuerdo, siempre pueden comer pasta de otra marca. Son libres de hacer lo que quieran porque no molestamos a nadie» había declarado Barilla. La respuesta fue el llamado a un boicot en todo el mundo por parte de la organización de defensa de los derechos homosexuales Arcigay: «Todos estamos hechos de la misma pasta» fue la consigna difundida a través de las redes sociales. La marca Garofalo, una de las competidoras de Barilla, no perdió la oportunidad para criticar a su rival publicando el siguiente slogan: «La única familia que no es Garofalo es aquella que no ama la buena pasta… no nos interesa con quién hagas el amor, lo importante es que lo hagas».