1 de noviembre de 2025
Con la presencia de reconocidos intelectuales y analistas políticos, cerró el ciclo «A 80 años de la derrota del nazismo», organizado junto al IADE y Clacso.
Mesa. Vommaro, Thwaites Rey, Junio, Stolkiner, Carbone y Carpenter.
Foto: Jorge Aloy
«Las formas del fascismo y la extrema derecha en la actualidad», fue el nombre de la charla-debate convocada por el Centro Cultural de la Cooperación en el marco del ciclo «A 80 años de la derrota del nazismo, desafíos democráticos de ayer y de hoy», organizado también por el Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE) y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso).
La actividad contó con panelistas como la psicóloga especializada en salud mental e investigadora del Conicet Alicia Stolkiner; Mabel Thwaites Rey, doctora en Derecho Político e investigadora de la UBA; y el filósofo y analista político italiano Rocco Carbone. Además de la presencia de Pablo Vommaro, director ejecutivo de Clacso; Sergio Carpenter, secretario del IADE; y Juan Carlos Junio, director del CCC.
Los organizadores abrieron la charla, con Junio como anfitrión, quien se encargó de las presentaciones e hizo mención a la cantidad de muertes que provocó la Segunda Guerra Mundial, destacando la diferencia con la Primera Guerra en la cual la mayoría de víctimas no fueron civiles. Carpenter, en tanto, hizo hincapié en lo complejo de los tiempos que corren debido al «reverdecer» de las ideas fascistas encarnadas en «un liderazgo que rememora esas ideas».
Por su parte Vommaro se extendió algo más, remarcando, entre varios puntos, que todavía el continente latinoamericano es una región en disputa, mencionando que el poder político no está totalmente acaparado por las ideas de derecha, sino que existen enclaves de resistencia como México y Brasil, entre otros Gobiernos. Pero, además, ante los resultados de las últimas elecciones en Argentina, el director de Clacso mencionó los desafíos de las democracias y su agenda pendiente: «Hay expectativas no satisfechas. Hay desilusiones. Incluso desde las visiones más moderadas y socialdemócratas. Fue Raúl Alfonsín quien dijo que con la democracia, se come se cura y se educa. Él eligió dar una disputa social, que hoy a 42 años es una deuda inconclusa a profundizar».
Iniciada la ronda de disertantes, Alicia Stolkiner, se mostró muy preocupada por los hechos sucedidos en la reciente masacre de Río de Janeiro, asegurando que es parte de la idea de instalar la «guerra híbrida» en la región, que es «el mix de guerra contra el terrorismo y contra el narcoterrorismo». Y con respecto a su especialidad, la psicóloga comparó el actual momento de resurgimiento de las extremas derechas con la etapa previa a la Segunda Guerra: «Hay algunos hitos en la relación entre salud mental y economía como la ola de suicidios durante la crisis del 30. Más del 20% de aumento entre los años 1929 y 1932». Haciendo un paralelo con la situación actual en la Argentina, la especialista remarcó que los casos de suicidio aumentaron en un porcentaje todavía mayor en los últimos tres años en la provincia de Córdoba. Mientras que en la Ciudad de Buenos Aires se acaba de dar una cifra muy alarmante en los casos de internación por el mismo tema. «Algo pasa en una sociedad en la que pasa esto y que, además, deja de reproducirse».
Muy enérgica, Mabel Thwaites Rey apuntó al creciente dominio del llamado «tecnofeudalismo» en Estados Unidos: «Acumularon un poder muy grande que se ha entrelazado con el poder político. El sueño megalómano de Elon Musk sigue ahí. Y está en la base de la agresividad que está teniendo el capital sobre los pueblos. Y la paradoja de que se está ejerciendo sobre el propio pueblo de Estados Unidos, poniendo en riesgo esa democracia también con los atropellos de la política inmigratoria. Es de una brutalidad tal que va en contra de lo que alguna vez fueron los valores de la democracia».
Además, sobre el plano local, Thwaites Rey puso el foco en la reforma laboral: «Están por romper las últimas trabas que tiene el capital para imponer de modo permanente las condiciones que quieren» y sentenció: «La ofensiva final del fascismo hoy es el dominio absoluto del capital sobre el trabajo». Y cerró llamando a la resistencia de la mano de la organización colectiva: «Es ineludible que lo hagamos».
La jornada finalizó con las palabras de Rocco Carbone, quien con una sonrisa pícara polemizó con los presentes. Por un lado, se diferenció de la idea de un fascismo derrotado en 1945: «La historia se repite dos veces una como tragedia y otra como farsa, que no deja de ser una tragedia». Y situó al fascismo más allá de Italia y la década del 30, mencionando a las Centurias Negras de Rusia en el siglo XIX o distintas experiencias en Latinoamérica antes y después de «ese calvo italiano o el señor del bigotito». «El fascismo es un tren negro que atraviesa la historia», dijo.
Y, en una definición que enlaza la experiencia originaria de lo ocurrido en Europa con la actualidad, el filósofo citó al reconocido pensador italiano, Antonio Gramsci: «El capitalismo es reaccionario cuando no logra dominar las fuerzas productivas del país» y agregó: «Este Gobierno apareció en un momento crítico de la vida política mundial que fue la pandemia. Como en ese momento no podía obtener la plusvalía que le da vida, el capitalismo metió la mano en su arcón histórico y sacó a relucir una de sus herramientas: el fascismo».
