Con la fuerza del metal

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Trabajos de herrería, estructuras para gradas y escenarios y cursos de capacitación en soldaduras son algunos de los servicios que brinda COOTRAMET. El empuje asociativo es una herramienta para enfrentar un contexto económico adverso.


Siempre en movimiento.
Nacida en el año 2015, la cooperativa patagónica logró diversificar sus propuestas y sumar nuevos asociados.

Luego de años de trabajo como capacitadores en los cursos de soldaduras que dictaba la Cooperativa Eléctrica de Bariloche (CEB), dos profesores decidieron sumarse a un grupo de alumnos para crear un emprendimiento colectivo. Ese fue el origen de la Cooperativa de Trabajadores Metalúrgicos (COOTRAMET), nacida en 2015 en la ciudad rionegrina.
«Hacemos todo tipo de trabajos metalúrgicos y de herrería en general, desde canastos para residuos, cercos, aberturas, hasta galpones y grandes cilindros para plantas potabilizadoras de agua», explica Robinson Jaldo, soldador y presidente de COOTRAMET. Uno de los fuertes de la metalúrgica, agrega, es la fabricación de tablones, gradas, escenarios y andamios, estructuras metálicas que venden y también alquilan.
El taller donde trabajan se fue armando de a poco. Además de su experiencia y sus ganas de crecer, cada integrante aportó lo que tenía, a lo que se sumaron las maquinarias y herramientas que fueron adquiriendo con esfuerzo. «Ahora estamos alquilando un espacio, pero nos queda chico, por eso queremos comprar un terreno para poder armar un taller propio, más amplio», comenta el tesorero César Yáñez.

Mantenerse en pie
La disminución de la actividad en el rubro de la construcción, la apertura de las importaciones, el incremento de los insumos y el aumento de las tarifas de los servicios públicos afecta negativamente a la industria metalúrgica argentina, en especial a las pymes. Para enfrentar esta crítica situación, los cooperativistas metalúrgicos barilochenses están en permanente movimiento, buscando nuevas propuestas que les permitan mantener en pie su proyecto autogestivo. «Todo nos impacta, se nos cayeron algunos trabajos pero no nos quedamos quietos, buscamos, hacemos todo tipo de reparaciones y nos presentamos en todas las ofertas que encontramos, por eso logramos hace dos meses realizar un trabajo para el gobierno de la provincia», comenta Eva Parada, soldadora y secretaria de la cooperativa.
Por otro lado, para generar nuevos ingresos, continúan dictando cursos de capacitación en soldaduras. Buscando otros espacios de integración solidaria, COOTRAMET está asociada a FECORN, la Federación de Cooperativas de Río Negro, con quienes buscan urdir un entramado sectorial que les permita generar estrategias conjuntas con otras organizaciones de la economía solidaria y participar del intercambio de conocimientos y experiencias que propicia ese espacio. «Tratamos de cruzar información con otras organizaciones y aprendemos de los aciertos y de los errores de otros –dice Jaldo-. Tenemos un fuerte compromiso en este sentido, por eso en las últimas elecciones de la Federación nuestra entidad quedó como representante de las cooperativas de trabajo», agrega.
Dos de los 11 asociados de la cooperativa barilochense son mujeres, que se unieron a la cooperativa luego de haber asistido a los cursos de soldaduras que se dictaban en la CEB. «Ahora cuando salimos de compras ya no vamos al shopping a ver zapatos y carteras, sino que recorremos ferreterías buscando amoladoras, compresores, soldadoras», comenta risueña Natalia Muñoz, síndica de la entidad.
Los integrantes de COOTRAMET están convencidos de que el trabajo mancomunado es lo que les permite enfrentar mejor los diferentes obstáculos. «Conformar una cooperativa es fácil, lo difícil es sostenerla, pero tenemos un objetivo común que nos une y nos da fuerzas para avanzar –concluye el presidente–. A veces nos tropezamos, pero siempre nos apoyamos entre nosotros y eso nos hizo lograr muchas cosas».     

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