12 de julio de 2019
Alemania sigue en vilo por los movimientos de la extrema derecha. Las alarmas volvieron a encenderse con el asesinato del jefe del Gobierno regional de la ciudad de Kassel, Walter Lübcke, en junio. Stephan E., un hombre vinculado a organizaciones neonazis, confesó ser el autor del crimen. A fin de ese mes, la fiscalía alemana presentó una acusación de terrorismo contra ocho miembros del grupo ultraderechista Revolution Chemnitz por planear atentados en Berlín. Los jóvenes integrantes, con antecedentes en fuerzas neonazis, fueron detenidos antes de ejecutar el primer golpe, previsto para el 3 de octubre pasado, y de acuerdo con las comunicaciones internas que obtuvieron las autoridades habían formado la organización un mes antes del fallido ataque. Según medios alemanes, el objetivo de la banda consistía en generar un clima de caos y protestar contra el Gobierno de Ángela Merkel, responsabilizando como autores de los atentados a la izquierda. La ciudad de Chemnitz, en 2018, fue escenario de violentas protestas xenófobas de la ultraderecha.
Chemnitz. Grupos de extrema derecha contra la visita de Merkel a la ciudad. (Andersen/AFP/Dachary)
