Con 15 años, la estadounidense es la jugadora más joven en debutar en Wimbledon. Cosecha elogios de las hermanas Williams, sus referentes. Los casos de otros talentos precoces y los consejos de expertos para no apurar los tiempos en su formación.
7 de agosto de 2019
Revelación. «Coco», como la apodan, avanzó hasta los octavos de final en el tercer GS del año. (Ben Stansall/AFP)El tenis mundial no deja de producir momentos asombrosos. Y en este caso, la referencia no apunta a los desempeños en la cancha de Roger Federer, Rafael Nadal o Novak Djokovic, sino al circuito femenino. La estadounidense Cori Gauff, con 15 años, se transformó en la jugadora más joven en ingresar al cuadro principal de Wimbledon, el torneo más antiguo del mundo, mostrando atributos de juego que suscitan elogios. Su desempeño fue superlativo: avanzó hasta octavos de final con victorias frente a grandes como Venus Williams, la mayor de las hermanas.
Gauff, considerada la gran promesa para revitalizar un circuito necesitado de nuevas figuras, lleva el tenis en la sangre. Por un lado, debido a su historia familiar. Nacida en Atlanta y hoy con residencia en Delray Beach, comenzó a jugar desde los seis años en el marco de una familia apasionada por los deportes. Su padre y actual entrenador, Corey Gauff fue basquetbolista en la universidad de Georgia, mientras que su madre, Candi, desarrolló una carrera en el atletismo.
Pero existe otro factor en su biografía, de gran relevancia a la luz de su presente. Cory, a quien desde pequeña apodan «Coco», creció observando a dos jugadoras que se transformaron en sus referentes tenísticas: las hermanas Serena y Venus Williams. Varios especialistas, incluso, la señalan como «la nueva Seren». «Definitivamente, Coco está a otro nivel, es un talento», dice sobre ella Venus, en tanto la menor de las Williams sostiene: «Es una joven fantástica. Trabaja muy duro. Me recuerda el momento en que estuve allí con mi papá». La frase cobra mayor significado no solo por tratarse de las dos máximas guías de Cori sino por la trayectoria de ambas. Por caso, en 2004, el año en el que nació Gauff, Venus y Serena ya habían ganado seis GS.
Modelos en juego
El precoz inicio de Coco recuerda nombres como Martina Hingis, la número 1 del mundo más joven de la historia, con 16 años; Jenniffer Capriati, la profesional más joven en disputar una final de GS, con 13; y la serbia Monica Seles, quien ganó Roland Garros con 16 y fue número uno con 17. Ellas tres, sin embargo, vivieron carreras tormentosas: las dos primeras debieron dejar de jugar por consumo de drogas y la tercera fue apuñalada por un fanático en plena cancha. En ese plano, Rafael Nadal, con éxitos desde joven, sostuvo en una entrevista al diario El País. «Dependerá de su entorno y de su carácter. Si tiene la capacidad de asimilar las cosas con normalidad, el éxito a tan temprana edad es muy bueno».
El gran rendimiento de Coco en Wimbledon se suma a una carrera que ostenta logros relevantes en la categoría junior. Por caso, la obtención del Orange Bowl en 2016 o erigirse como la segunda campeona más joven de Roland Garros (2018). «Quiero ser número uno del mundo», señaló Gauff, quien es representada por la agencia de Roger Federer, alguien que suele aconsejarla, según reconoció. Es por eso que el entorno y las presiones del ambiente figuran como dos aspectos clave. «Recuerdo cuando Serena tenía 10 años y me miraba a los ojos diciéndome: “Quiero ser la número uno del mundo”. Yo podía sentir que ella realmente creía en eso», cuenta Patrick Mouratoglou, el entrenador de Serena Williams, quien conoce a la joven estadoundiense de su academia en Niza, Francia. Por eso también es el indicado para poner un freno a las comparaciones y no apurar los plazos en su formación. Ella no es Serena. «No está bien que digan que Coco puede ganar 20 Grand Slams cuando todavía no ha ganado uno. Tiene un gran potencial pero no debemos poner a la gente en un lugar que no corresponde».
Con esas advertencias, Gauff encara la nueva etapa con expectativas. Además de un padre pendiente de cada detalle, recibe consejos de leyendas tenísticas vigentes. Un espejo, al cabo, para proyectar una carrera a lo grande. Paso a paso, golpe a golpe.