23 de agosto de 2019

Además del brote de ébola en la República Democrática del Congo, crece la preocupación por el avance de otra enfermedad mortal en el continente africano. Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), en Burundi, uno de los países más pobres de África, más de 1.800 personas murieron a causa de la malaria en 2019. Entre el 1º de enero y el 21 de julio, «se notificaron un total de 5.738.661 casos y 1.801 decesos». Los datos resultan alarmantes teniendo en cuenta que el número de casos equivale a casi la mitad de la población del país, cercana a los 11.500.00 habitantes de acuerdo con el último censo. La malaria es una enfermedad que se origina por un parásito transmitido por la picadura de un mosquito, cuyas principales víctimas son las poblaciones más pobres.