6 de noviembre de 2019
Una fiscal que no ocultó su adhesión a Jair Bolsonaro en la campaña presidencial y otros momentos, Carmen Eliza Bastos de Carvalho, se apartó del caso que investiga el asesinato de Marielle Franco al trascender que dos de los implicados tienen vínculos con la familia del mandatario brasileño. La funcionaria renunció y en una carta abierta explicó que en sus 25 años de carrera en el Ministerio Público de Río de Janeiro, jamás actuó «bajo cualquier influencia política o ideológica». Sin embargo, Bastos de Carvalho apareció en las redes apoyando, en diversas ocasiones, al ultraderechista Bolsonaro en clara contravención con lo que le exigía su cargo. Tras el crimen de la concejala y militante feminista Marielle Franco, la fiscal quedó en una posición inadmisible y sobrevinieron los reclamos para que se vaya del caso dada su parcialidad.