12 de febrero de 2014
La investigación de la muerte del ex presidente chileno Eduardo Frei cobró un renovado impulso. El reciente procesamiento del médico Eduardo Arraigada y el veterinario Sergio Rosende por el homicidio calificado de dos presos políticos y el homicidio frustrado de otros cinco fortaleció la hipótesis del magnicidio. El fallo sostiene que los envenenadores, que inyectaron toxinas botulínicas en los alimentos de los reos, podrían haber «ensayado» el procedimiento para asesinar a Frei en 1982. El caso se difunde a 10 años del asesinato en Uruguay de Eugenio Barrios, ex químico de la policía secreta chilena, quien conocía la mayoría de los detalles de los experimentos de la dictadura pinochetista y cuyo testimonio hubiera sido crucial La decisión del juez Alejandro Madrid reveló que el régimen pinochetista utilizó químicos para deshacerse de opositores.