29 de enero de 2020
Organizada por la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad (REDH) y el Área de Estudios Nuestroamericanos (AEN) del ccc Floreal Gorini, se llevó a cabo una charla-debate sobre el último golpe de Estado en Bolivia. Participaron Diego Pary Rodríguez (excanciller del Estado Plurinacional de Bolivia), Magalí Gómez (comunicadora social e integrante de la REDH), Paula Klachko (socióloga y coordinadora de la REDH Argentina), Ernesto Mattos (investigador del departamento de Economía del ccc), Katu Arkonada (referente de la REDH) y Nicolás Canosa (integrante del Centro de Estudios Nuestroamericano Chávez-Kirchner –CENACK–). Moderó la mesa Julieta Beristain (investigadora del AEN).
«Hemos sentido que la Patria Grande está más allá de nuestras fronteras y eso ha permitido que todavía podamos seguir denunciando el quebrantamiento del orden constitucional en Bolivia», dijo Pary. Katu Arkonada, en tanto, se refirió a la iniciativa para crear un comité de solidaridad con el proceso de cambio boliviano y contra el golpe de Estado. Y subrayó que «la tragedia o el terror que despliegan con este capítulo nefasto en Bolivia es proporcional a la profundidad de los cambios producidos en Bolivia en los últimos 13 años».
Hijo de familia boliviana, Mattos afirmó: «Hay un libro de Jan Tinbergen publicado en los años 70 que se llama Reestructuración del orden internacional, en el que sociólogos, economistas, politólogos europeos y norteamericanos se hacían una pregunta muy simple: ¿Cómo vamos a hacer para abastecernos de materia prima para nuestro proceso industrial? De ello se deriva, claro está, el impulso privatizador y de endeudamiento que las derechas en el poder promovieron en los países latinoamericanos desde entonces».
Gómez habló sobre la construcción del relato mediático sobre el golpe y, en este sentido, advirtió sobre la emergencia de una figura poco conocida como la de Luis Camacho. «Un líder de Santa Cruz que no era tan conocido empieza a tener una cobertura total en los medios de comunicación. Desde las 8 de la mañana hasta las 11 de la noche se mostraba todo lo que hacía Camacho, todos los cabildos, todas las movilizaciones que organizaban». Por último, Canosa calificó a la solidaridad internacional y regional como la «llama de esperanza en esta América en disputa y hoy convulsionada por los sucesos que no solo ocurren en Bolivia, sino también en Ecuador, en Chile, en Venezuela, en Brasil».