24 de abril de 2014
«Estamos siendo ametrallados por una cultura en la que lo importante no es ser buena persona o perseguir una vocación, sino hacerse rico. Uno siente que ya no basta con tener lo que uno necesita. Hay una obsesión por el dinero que tiene que ver con el poder, con la codicia, con querer “ser alguien” según los parámetros de la sociedad actual.»