Cultura del trabajo

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Como parte de la lucha por evitar el desalojo del hotel recuperado, se realizaron una proyección y posteriormente un panel con destacados dirigentes. Presencia del diputado cooperativista Carlos Heller.

 

Solidaridad. Ruggeri, Pierucci, Lossada, Heller, Tonarelli y Basáñez: las cooperativas, una clave para un mundo más equitativo. (Kala Moreno Parra)

Ante una sala colmada, el documental BAUEN. Lucha, cultura y trabajo se presentó el cine Gaumont-Espacio INCAA KM 0 de la ciudad de Buenos Aires, con la presencia de dirigentes cooperativos, miembros de organizaciones sociales y trabajadores del emblemático hotel que hoy enfrenta nuevamente el riesgo del desalojo luego de una década de gestión cooperativa. Entre los presentes, estuvo el presidente de Banco Credicoop y diputado nacional Carlos Heller, quien,  a posteriori, disertó en un panel junto con Federico Tonarelli, vicepresidente de la Cooperativa BAUEN y presidente de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA); César Basáñez, gerente general de COOPERAR; María Eva Lossada, empleada del hotel desde 1994 y actual presidenta de la cooperativa BAUEN; Fabián Pierucci, director de la película; y Andrés Ruggeri, director del Programa Facultad Abierta de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, que investiga la realidad de las empresas recuperadas en el país. La historia del hotel BAUEN, ubicado a metros de la famosa esquina porteña de Corrientes y Callao, resume buena parte del pasado argentino reciente. Su construcción se inició en 1978, en plena dictadura militar, con motivo del mundial de fútbol que se jugó en el país ese año. Financiado con créditos del Banco Nacional de Desarrollo (BANADE), se levantó en tiempo récord. La familia Iurcovich, dueña del emprendimiento, nunca devolvió ese dinero al Estado y el hotel se convirtió en un espacio de reunión preferido por los sectores acomodados y los integrantes del gobierno de facto. En la década de 1990, con la llegada al país de las cadenas internacionales, el BAUEN entró en declive y en 2001 cerró, dejando en la calle a sus más de 100 empleados. Dos años más tarde, algunos de esos ex trabajadores entraron al edificio y, desde ese momento, la torre de 20 pisos y más de 180 habitaciones funciona gracias a la cooperativa formada por 160 trabajadores.

Sala llena. El estreno en el cine Gaumont tuvo una gran concurrencia. (Kala Moreno Parra)

A lo largo de la última década, y después de numerosos vaivenes, la situación de la empresa recuperada es precaria debido a la disposición de la jueza Paula María Hualde, del Juzgado Comercial Nº 9, que ordenó el desalojo del inmueble. Desde entonces, los trabajadores están en actividad permanente: marchas, charlas, recitales solidarios. Toda la historia fue registrada por Pierucci, quien, con la producción del Grupo Alavío (equipo especializado en temáticas sociales), filmó a lo largo de 11 años el proceso de constitución de la cooperativa de trabajo, reflejando las conquistas y los avatares que sus integrantes fueron encontrando a medida que avanzaba la lucha. Luego de la proyección, la película fue ovacionada.
«Creo que el testimonio que vimos tiene un valor enorme, porque revive todas las cosas que han ido pasando, pero, en realidad, nos lleva a ubicarnos en el punto de partida», dijo Heller en su intervención posterior. Y agregó: «La furia mercantil y privatizadora, entreguista, y yo diría hasta lacaya, nos fue haciendo perder terreno en todo. Y hoy en día estamos viviendo un proceso de recuperación de valores, de roles, de presencias, que seguramente en el tiempo vamos a ir aprendiendo a valorar con mayor intensidad». El dirigente definió al BAUEN como «un emblema» de esta nueva era. «Tiene un enorme valor, un enorme significado, por su origen y, sobre todo, por su presente», concluyó. Los demás disertantes presentes en la mesa también hicieron mención a la forma cooperativa como una de las que tiene «más posibilidades de convertirse en la herramienta que permita encontrar formas de acumulación y de distribución más equitativas». El director de la película, en tanto, afirmó: «Para mí, el BAUEN es una semilla del futuro, es el símbolo más fuerte de la autogestión, que me parece que va a ser la forma de relacionarnos entre las personas sin explotación, sin opresión  y que va a suplantar al capitalismo». También señaló que la presentación del documental, además de ser un acto contra el desalojo del hotel, fue un festejo anticipado por el Día Internacional de las Cooperativas (que se celebra cada año el primer sábado del mes de julio) y un evento celebratorio de la autogestión. La película llevó al cine el reflejo de una realidad que tiene otros ejemplos a lo largo y a lo ancho del país, con trabajadores que toman las riendas de empresas en crisis para devolverlas a la vida. Una de esas experiencias puede observarse de cerca en Callao 360.

Jorge Freidemberg

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