11 de julio de 2014

Una auditoría estatal reveló que unas 40 mujeres fueron esterilizadas en cuatro cárceles de California. Entre 2005 y 2011, las reclusas se sometieron a la ligadura de trompas bajo presión psicológica y sin que se respetaran los plazos legales para que ratificaran su voluntad de operarse. En 12 casos se observó que había transcurrido menos de una semana entre la solicitud de la prisionera y la realización de la cirugía. También se comprobó que los médicos fueron cómplices de las autoridades en estos procesos en que no se evaluaba si la paciente estaba mentalmente en condiciones de decidir. El Departamento de Salud Penitenciaria reconoció los hechos «en líneas generales», pero no asumió su responsabilidad. Según los auditores las víctimas podrían ser más.