6 de agosto de 2021
El primer ministro británico, Boris Johnson, produjo una ola de reacciones indignadas al asegurar que el cierre de las minas de carbón bajo Margaret Thatcher, con un duro coste social, permitió al Reino Unido adelantarse en la transición energética. Interrogado durante una visita a un campo eólico en Escocia, el jefe del Gobierno conservador destacó los progresos realizados en la materia. Las minas de carbón, que antes representaban el sector industrial más importante del Reino Unido, están íntimamente ligadas a la historia económica y social del país y se convirtieron en los años 1980 en el símbolo de la oposición al ultraliberalismo de la primera ministra de la época. Las palabras de Boris Johnson fueron calificadas de «vergonzosas» por el líder de la oposición laborista Keir Starmer. Los primeros ministros de Escocia, Nicola Sturgeon, y de Gales, Mark Drakeford, también denunciaron palabras «groseras y carentes de sensibilidad».