10 de diciembre de 2014
Mujeres y varones trans, lesbianas, bisexuales y heterosexuales integran un colectivo que apunta a la inserción laboral en distintos oficios, bajo las premisas del modelo solidario de gestión.
En la última década en nuestro país se fueron generando profundos cambios en cuanto al reconocimiento de los derechos sociales. Se aprobaron leyes fundamentales como la de Matrimonio Igualitario, Identidad de Género, Protección Integral a las Mujeres, Educación Sexual Integral, entre tantas otras. Uno de los sectores más favorecidos con esta ampliación de derechos sociales, y que históricamente había sido relegado, es la población que incluye la diversidad sexual.
La lucha de las organizaciones de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgénero), fue la que logró poner en agenda los reclamos de equidad e igualdad, pero el ejercicio de derechos necesita de espacios genuinos de inclusión para ser efectivo. En este sentido, se generaron numerosos emprendimientos laborales para sacar al colectivo de la marginalidad, como el de la Cooperativa de Trabajo Textil Estilo Diversa, creada en 2010, que se cataloga como la primera cooperativa en Latinoamérica cuyo plantel de asociados incluye mujeres y varones trans, lesbianas, bisexuales y personas heterosexuales. «La idea es vestir a todo el mundo, pero en especial al colectivo trans, femenino y masculino, que biológicamente tiene otra moldería y otro estilo porque en los negocios generalmente solo se encuentra ropa muy llamativa –explica Soledad Pilar Gómez, presidenta de la cooperativa–. Ahora estamos diseñando los moldes con las medidas antropométricas de la población trans», añade. Es oportuno mencionar que la pareja de Soledad, Kalym Adrián Soria, fue el primer varón trans en cambiar su nombre y sexo a partir de la Ley de Identidad de Género. Soledad y Kalym, fundadores y principales impulsores de Estilo Diversa, consideraron desde el inicio del proyecto que la organización cooperativa era la herramienta más genuina para lograr la inserción laboral de personas de la comunidad.
La capacitación es fundamental para las y los 20 cooperativistas de Estilo Diversa. Por eso han participado de distintos programas de sensibilización y capacitación en oficios, que incluyeron: producción integral de indumentaria textil, operario de máquina, moldería industrial y por computación, aprendiz de sastre, corsetería, camisería, arreglos y confección básica de indumentaria, estampado de telas, y corte y tizado. «Arrancamos con costuras en línea recta porque es más fácil; hicimos sábanas, banderas, repasadores, luego diferentes accesorios y ahora hacemos ropa». Pero el despegue de la cooperativa textil se produjo en 2012, cuando el Ministerio de Trabajo le encargó la confección de pañuelos para repartir en la Marcha del Orgullo LGTTBIQ, lésbico, gay, travesti, transexual, transgénero, bisexual, intersexual, queer.
El acceso a un trabajo formal abre las puertas a nuevas oportunidades y disminuye los niveles de exclusión, ya que en muchas situaciones las personas trans ejercen la prostitución como forma de supervivencia, y las que logran conseguir un empleo digno, habitualmente se enfrentan a situaciones de presión o discriminación. «Las chicas que integran la cooperativa dejaron de trabajar en la calle, lo que significa un salto de calidad en varios aspectos, más que nada en salud. Los varones trans, en general, no tienen esta impronta de prostituirse y lo que lograron, a través de esta propuesta, es estar en un ambiente de pares, más que nada, si pensamos que algunos no tienen el DNI con su nueva identidad –explica la dirigente–. Todos aprendimos mucho, algunos cuando llegaron no sabían ni enhebrar una aguja y hoy pueden sacar un molde, pasarlo a la tela y coserlo», explica Gómez, quien señaló que en todo este proceso fue fundamental el rol que desempeñó y desempeña el Estado nacional, en particular la Subsecretaría de Economía Social y el Ministerio de Desarrollo Social. En la práctica esto se tradujo en la creación de la Coordinación Nacional de Diversidad Sexual, de la cual Soledad Gómez es titular, con el fin de impulsar políticas públicas que profundizan, promueven y garantizan los derechos de las poblaciones LGBT. Uno de los objetivos fundamentales de este organismo es acompañar el diseño y la implementación de proyectos productivos, asociativos y cooperativos que faciliten el desarrollo y la inclusión laboral.
Un camino diferente
Los asociados y asociadas de Estilo Diversa participan del proyecto «Danza por la inclusión», coordinado por el bailarín Iñaki Urlezaga, una iniciativa del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, y junto con otras entidades de la economía solidaria, confeccionaron las 350 prendas que componen el vestuario, diseñadas por Verónica de la Canal, para el espectáculo Dios se lo pague y también para la obra Cascanueces. Asimismo, intervienen en la confección de muñecos del Proyecto Jug.Ar, que impulsa la fabricación de juguetes nacionales y que en su primera etapa desarrolló algunos de los personajes de la serie La asombrosa excursión de Zamba que emite la señal Pakapaka.
La cooperativa Estilo Diversa inició un camino diferente para la inclusión laboral de la diversidad, en el que permanentemente se presentan nuevos desafíos. El año que viene la entidad solidaria va a encarar un ambicioso proyecto de diseño y confección de calzado, teniendo en cuenta las medidas y las hormas adecuadas al talle de varones y mujeres trans que no encuentran número en las zapaterías tradicionales. También está trabajando para lanzar su propia marca y en la instalación de un local a la calle para venta al público en general.
—-Silvia Porritell