13 de octubre de 2021
Pese a la prominencia de los formatos híbridos en el contexto actual, Aliverti considera que la radio, sobre todo la AM, conserva su atributo esencial. «La invisibilidad como factor determinante tiene vigencia. La excelencia en la lectura de un boletín informativo, a cargo de voces cuyas caras no se conocen; la forma en que decís un editorial; la calidad con que pisás un tema musical. Todo eso es parte constitutiva del teatro de la mente», sostiene. Para Sietecase, por su parte, «la radio tiene magia si es de buena calidad, si acompaña, si pasa buena música, si cuenta historias, si informa, si ayuda a reír y a pensar».
«Durante años existió la magia», señala Ulanovsky. «En las décadas del 40, 50 y parte del 60, cuando un radioteatro llegaba a su fin el elenco salía de gira por barrios o pueblos. Y la gente iba a verlos para comprobar si lo que habían imaginado coincidía con sus certezas. Los que hoy están frente al micrófono aparecieron muchas veces en televisión. Sin embargo, este medio entrañable cada tanto se vuelve mágico. Y es cuando alguien hace una entrevista que no podemos dejar de escuchar», precisa.
