25 de diciembre de 2021
Malargüe – Provincia de Mendoza
Una visita al interior del volcán.
En Mendoza, a unos 40 kilómetros al sureste de la ciudad de Malargüe y rodeado por el silencio de la Payunia –uno de los campos volcánicos más vastos de América del Sur– se alza el Malacara. Es uno entre los más de 900 volcanes de la zona, pero el único en cuyas fauces se puede entrar y eso lo convierte en una auténtica rareza incluso a nivel mundial. La familia Quezada, en el paraje La Batra, vivió durante décadas al pie de sus 1.800 metros sobre el nivel del mar creyendo que era un simple cerro en su terreno. Los chicos solían jugar a las escondidas en las gigantescas cárcavas de casi 30 metros de altura. Fue una geóloga quien viéndolo de lejos identificó el misterio, les avisó a los dueños y comenzó a estudiarlo. Desde hace unos pocos años se autorizan visitas guiadas por dos de los pasadizos que la lava dibujó para abrirse paso. Al predio se llega por un arduo camino de ripio. Además de la belleza del paisaje, hay que anotar una abundante y diversa fauna silvestre con la que es posible cruzarse. El Malacara le debe el nombre a su parecido con los caballos más comunes de la zona, oscuros con manchas blancas en la cara, y la figura a una serie de erupciones de características hidromagmáticas (esto es, al encuentro del magma con el agua). También, claro, al viento y la lluvia, que van erosionando y puliendo las piedras con siluetas asombrosas.