22 de enero de 2022
Florencia Aroldi
Darín y Razuk interpretan a la pareja integrada por Comaleras y Scalabrini Ortiz.
El joven y notable director Sebastián Berenguer ha encarado la tarea de llevar a escena personajes históricos vinculados al pensamiento nacional y popular. Así montó Tosco, de Alejandro Finzi, sobre Agustín Tosco; Germán (la obra), de Carlos Aguado y el mismo Berenguer, sobre Germán Abdala; y ahora es el turno de Scalabrini Ortiz, de Florencia Aroldi, sobre el autor de El hombre que está solo y espera, que ahora se presenta en el Teatro Auditorium de Mar del Plata y, a partir de marzo, en el Teatro Picadero de CABA. El punto de partida es una investigación histórica. En 1974, la policía desaloja a Mercedes Comaleras, compañera de Scalabrini y madre de sus cinco hijos, de la casa donde vivieron. A partir de esos acontecimientos, en un tiempo/espacio poético, la pareja vuelve a reunirse, encarnada por dos actores excepcionales: Alejandra Darín y Pablo Razuk. La pieza recupera y concentra la potencia del teatro político, porque coloca en el centro de la mirada, como personaje, a un intelectual excepcional, al que da nuevamente la palabra, enfocado en sus aristas públicas y personales. Scalabrini Ortiz logra comunicar artísticamente, con un lenguaje directo, sensible, popular, la dimensión política de una vida, como diría Eduardo Pavlovsky, tanto en lo macro como en lo micropolítico. La obra de Florencia Aroldi trabaja al mismo tiempo con la verdad de la historia y la de la poesía, de la ficción y del arte. Va más allá de los documentos reales, enuncia metafísicamente una esencia que transforma a Scalabrini Ortiz en un símbolo de referencia e irradiación nacional. Esta pieza es un acto de la memoria y un acto de construcción de sentido en tiempos de adversidad. «Es sencillo, hay que mirarlo todo con ojos argentinos», propone Scalabrini. La ficha técnica se completa con escenografía y vestuario de Alejandro Mateo, diseño de iluminación de Horacio Novelle, composición musical de Sergio Vainikoff y asistencia de dirección de Carolina Peralta. Imperdible.