13 de febrero de 2022
La alarma sanitaria en el continente exacerbó la crisis social y económica durante los últimos dos años, de acuerdo con un informe de la CEPAL.
Contrastes. Mientras en la región las personas en situación de pobreza extrema llegan a 86 millones, el patrimonio de los multimillonarios se incrementó un 14%.
PAULO FRIDMAN/CORBIS
El impacto social y económico de la pandemia en América Latina arroja índices alarmantes reflejados con claridad en el de pobreza extrema que alcanzó los 86 millones de personas en 2021, un retroceso de casi tres décadas. «Como consecuencia de la crisis sanitaria y social prolongada de la pandemia de COVID-19, la tasa de pobreza extrema en América Latina habría aumentado del 13,1% de la población en 2020 al 13,8% en 2021, un retroceso de 27 años, mientras que se estima que la tasa de pobreza general habría disminuido levemente, del 33% al 32,1% de la población. Esto significa que la cantidad de personas en pobreza extrema pasaría de 81 a 86 millones, y el número total de personas en situación de pobreza bajaría ligeramente de 204 a 201 millones», sostiene en su informe anual Panorama Social de América Latina 2021 la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). El organismo señala que pese a la recuperación económica que la región experimenta desde el año pasado, «los niveles relativos y absolutos estimados de pobreza y de pobreza extrema se han mantenido por encima de los registrados en 2019, lo que refleja la continuación de la crisis social».
Durante la presentación del informe, Alicia Bárcena sostuvo que dicha recuperación económica no fue suficiente para «mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la pandemia, estrechamente vinculados a la desigualdad de ingreso y género, a la pobreza, a la informalidad y a la vulnerabilidad en que vive la población» y que si bien los índices de pobreza y de pobreza extrema hubiesen sido aún más elevados si los Gobiernos no hubiesen adoptado medidas de emergencia, como las transferencias de ingresos, llamó a mantenerlas hasta controlar la crisis sanitaria. En consonancia con el informe que releva que «en los últimos 10 meses de 2020 las transferencias de emergencia anunciadas por los países para mitigar el efecto de la crisis representaron un gasto de 89.700 millones de dólares, mientras que en los primeros diez meses de 2021 el gasto anunciado en estas medidas fue la mitad: 45.300 millones de dólares».
Mujeres y multimillonarios
En ese rumbo, Bárcena señaló que en 2020 aumentó la proporción de mujeres que no recibe ingresos propios y se mantuvieron las brechas de pobreza en áreas rurales, pueblos indígenas y la niñez, y que al examinar distintos índices, entre ellos el coeficiente de Gini –utilizado internacionalmente para medir la distribución del ingreso–, se evidencia un aumento de la desigualdad.
En cuanto al universo de las mujeres de la región, la CEPAL señala que son las que dependen en mayor medida de las transferencias gubernamentales como única fuente de ingresos, debido a su preexistente baja integración al mercado laboral, que exacerbó la pandemia, ya que fueron quienes se hicieron cargo de los trabajos de cuidado. Cabe señalar además que, hasta la actualidad, en su gran mayoría no se han reintegrado al mercado de trabajo. «Por ejemplo, señala el informe, 25,8% de las mujeres en la región no reciben ingresos propios, que llega a 36,7% si se descuentan las transferencias de Gobiernos. Estos mismos indicadores en los hombres son de 13,4% y 17,1%».
En lo que se refiere a desigualdad en la región, el informe sostiene que se incrementó entre 2019 y 2021: el patrimonio de los multimillonarios de la región se incrementó un 14%. Y afirma que –como consecuencia de la pandemia– se quebró la tendencia decreciente que se observaba desde 2002, ya que «el Coeficiente de Gini aumentó en 0,7 puntos porcentuales para el promedio regional entre 2019 y 2020». En América Latina habitan 104 milmillonarios, con un patrimonio total de 446.600 millones de dólares, que representa aproximadamente el 11% del Producto Interno Bruto (PIB) proyectado por la CEPAL para los siete países en los que vivían dichos milmillonarios en 2021. Los mayores pesos relativos de los superricos se presentan en Chile, Brasil y México. Por ejemplo, en Chile, 9 personas acaparan 16,1% del PIB; en Brasil, 65 concentran el 14,5%; y en México 13 personas acumulan el 12,2%. En cuanto a la evolución de su riqueza en tiempos de pandemia, el informe sostiene que los superricos latinoamericanos si bien experimentaron una baja de su patrimonio del orden del 19% entre 2019 y 2020, entre 2020 y 2021, tuvo un incremento del 41%. Un saldo altamente positivo para los multimillonarios de la región, que incrementaron su patrimonio un 14% entre 2019 y 2021.