27 de mayo de 2015
El paso de François Hollande por Haití reavivó el debate sobre la deuda de Francia con su excolonia, que debió pagarle para «indemnizar» su independencia. A casi dos siglos de que se aprobaran aquellos reclamos por las plantaciones y esclavos expropiados a los empresarios galos, Hollande aseguró que su nación tenía una «deuda moral» y prometió impulsar programas para el desarrollo de los haitianos. Sus palabras no fueron muy bien recibidas por quienes marcharon en Puerto Príncipe exigiendo reparaciones económicas concretas por una cifra que alcanza a 21.800 millones de dólares. «Dinero sí, moral no» fue una de las consignas más notorias de la protesta.