9 de marzo de 2022
Sindicalistas, empresarios y representantes del sector pyme y cooperativo respaldaron el proyecto en las comisiones de Presupuesto y Finanzas de Diputados.
Segundo día. Durante la jornada expusieron gobernadores, organizaciones sindicales y cámaras empresarias.
NA
Comenzaron este lunes las exposiciones en plenario de las comisiones de Presupuesto y de Finanzas de la Cámara de Diputados para debatir el acuerdo con el FMI, en el marco de la Ley de Sostenibilidad de Deuda Pública que establece que los acuerdos de financiamiento con cualquier organismo internacional deben ser aprobados por una ley del Congreso Nacional. El oficialismo busca cerrar el dictamen hoy miércoles, cuando tendrá lugar el debate interno en las dos comisiones –un total de 49 legisladores por Presupuesto y 31 por Finanzas–, con la esperanza de firmar dictamen y que el proyecto pueda ser tratado por la Cámara Baja en una sesión especial convocada para este jueves o viernes.
La primera jornada, reservada para las exposiciones de funcionarios del Poder Ejecutivo y para preguntas de los diputados que conforman las comisiones convocantes al plenario, abrió con la intervención del jefe de Gabinete, Juan Manzur, quien aseguró que el acuerdo del Gobierno nacional con el FMI «es el mejor posible», a la vez que pidió «darle toda la celeridad que se pueda» en Diputados para su aprobación. «Una mirada crítica sobre el FMI no es razón para votar en contra», dijo Manzur.
Además del jefe de Gabinete expusieron el ministro de Economía, Martín Guzmán; el titular del Banco Central, Miguel Pesce; el secretario de Hacienda, Raúl Rigo; y el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, entre otros funcionarios. También participaron el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas y la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont. En la primera jornada, que se extendió por más de siete horas, hicieron preguntas a los funcionarios 31 diputados –28 de la oposición y apenas 3 del oficialismo–. Las intervenciones del bloque de Juntos por el Cambio tuvieron como eje la idea de que el Parlamento debe aprobar solo el financiamiento, no el programa económico del Gobierno presente en los anexos del proyecto de ley.
Voces productivas
El segundo día del plenario tuvo un carácter bien distinto. Fue una jornada «receptiva», de acuerdo con el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, el diputado Carlos Heller. Gobernadores, organizaciones sindicales, cámaras empresarias y entidades del sector pyme y cooperativo se dieron cita en el Anexo C de la Cámara Baja para expresar, en su mayoría, su apoyo al acuerdo con el FMI.
El sindicalismo abrió el plenario con distintas posturas, que fueron desde apoyos hasta rechazos y dudas sobre las consecuencias del acuerdo. Héctor Amichetti de la Corriente Federal de Trabajadores (conformada por la MTA, la Asociación Bancaria y la Corriente Política Sindical Federal), si bien no manifestó explícitamente su rechazo, advirtió sobre las consecuencias del convenio sobre los trabajadores. A su turno, Ricardo Peidró, de la CTA Autónoma expresó abiertamente sus críticas: «El acuerdo es cesión de soberanía, va a haber ajuste y va a traer consecuencias sobre la clase trabajadora de nuestro pueblo». Mientras que la CTA de los Trabajadores, conducida por Hugo Yasky y Daniel Catalano, no se hizo presente en la convocatoria. Por su parte, la Confederación General de los Trabajadores (CGT), representada por sus cosecretarios generales, Héctor Daer y Carlos Acuña, ratificó su acompañamiento, tal como lo había anunciado anteriormente. «Creemos que este acuerdo es el mejor al que se podía llegar sin caer en el default, por eso nuestra posición es acompañar el proyecto oficial», sostuvo Daer.
Tras un cuarto intermedio, 14 gobernadores y vicegobernadores del oficialismo y de la oposición dejaron en claro las consecuencias de no apoyar el proyecto enviado por el Ejecutivo y caer en default: el desfinanciamiento de los gobiernos provinciales y municipales. Fueron de la partida los gobernadores de Entre Ríos, Santa Fe, Neuquén, Jujuy, Salta, La Rioja, Catamarca, Tucumán, La Pampa, San Juan, Misiones y Chubut. Y los vice de Santiago del Estero y de Santa Cruz. Sin dudas, el titular del ejecutivo jujeño, Gerardo Morales, en plena campaña para las elecciones del año próximo, fue más contundente en su intervención, tanto para adentro de su fuerza, como para afuera, haciéndose cargo, en primer lugar, de la toma de deuda en el Gobierno de JxC y pidiendo con vehemencia la aprobación del proyecto: «De acá tenemos que salir con ley de aprobación del acuerdo, tenemos que salir impidiendo el default», dijo Morales, quien debió detener su exposición por los gritos de los diputados del Frente de Izquierda pidiendo por la libertad de los detenidos por reclamar por el hambre en su provincia.
A su turno, los sectores empresariales agrupados en el Grupo de los seis (G6) –identificados con la oposición mayoritaria en el Congreso–, fueron todos por el mismo rumbo en sus exposiciones. Daniel Funes de Rioja de la UIA; Adelmo Gabbi, de la Bolsa de Buenos Aires; Mario Grinman, de la Cámara de Comercio; Iván Szczech, de la Cámara de la Construcción; Nicolás Pino, de la Sociedad Rural; y Javier Bolzico, de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA) apoyaron el acuerdo, no sin pedir, una vez más, baja de impuestos, nueva legislación laboral y mayores reformas estructurales para «incentivar» la producción. Gabbi fue sin dudas el que con mayor ímpetu «conminó» al Gobierno a presentar un plan económico. «Es fundamental un verdadero plan económico, no podemos seguir pensando que vamos a acordar con el FMI para luego no cumplir con nada de lo que hemos firmado», porque, según el dirigente, el país «tiene capacidad de pago», pero, en ocasiones, «no tiene voluntad».
La respuesta a los requerimientos de «cambios estructurales» por parte del G6 no se hizo esperar, y se hizo presente con claridad en las intervenciones de los representantes de las entidades empresariales de la pequeña y mediana empresa, nucleados en la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la Fundación Proteger, Industriales Pymes Argentinos y del Consejo Agroindustrial Argentino. Tras resaltar la importancia del sector en el desarrollo y crecimiento de la economía nacional, Leo Bilansky, de ENAC, pidió investigar a quienes «aplaudieron» la toma de deuda durante el macrismo, que no se limite solo a los funcionarios del Ejecutivo involucrados en dicha operación, sino también «a varios de los que nos precedieron en este plenario, como la UIA, la Mesa de Enlace, IDEA y AEA». «Manifestamos nuestro apoyo institucional pero no incondicional, cada paso debe acercarnos al pleno empleo y a la libre competencia. Mercado donde se pueda, Estado donde sea necesario», sostuvo Bilansky.
Heller, en el cierre del plenario, agradeció a los participantes de la jornada. «Se expresaron todas las voces, está representado prácticamente la totalidad del espectro socioproductivo económico de Argentina y esa diversidad y esa variedad tiene matices y diferencias, pero tiene un hilo en común», sostuvo el presidente de la Comisión de Presupuesto. «Hay unanimidad en que no hay un camino distinto a este acuerdo y que a partir de este acuerdo hay un sendero desde el cual se puede construir la esperanza de un país diferente», agregó.