22 de julio de 2015
George W. Bush causó indignación cuando cobró 150.000 dólares por participar de una gala de caridad para veteranos de Afganistán e Irak, sin incluir el avión privado que lo trasladó y en el que agasajó a varios allegados. Lo peor, dicen sus críticos, es que la organización que lo convocó está demandada penalmente en Houston por un grupo de excombatientes incapacitados que la acusa de malversar donaciones. Con un presupuesto anual de 4 millones de dólares, la fundación Helping a Hero solo construyó 10 viviendas para veteranos, las que incluyen un contrato que obliga al beneficiado a promocionar a la institución o pierde la casa. También se supo que su presidenta, Meredith Ilder, indujo a los exuniformados y sus esposas a vender productos de Arbonne, con lo que consiguió en solo 90 días llegar a vicepresidenta regional de esa compañía de belleza. Ilder defendió así el pago a Bush: «Fue fantástico porque nos hizo una rebaja de los 250.000 dólares, que son su tarifa habitual».