9 de mayo de 2013

En todo el mundo siguen criticando la práctica del «trokosi» en Ghana. Hace más de un siglo que cientos de mujeres ghanesas son acusadas de hechicería y deben refugiarse en comunidades remotas para evitar linchamientos o terminar encerradas en campos como el de Gnani. A pesar de los reclamos de la ONU se calcula que  existen 567 mujeres encerradas junto con 300 niños y unos pocos hombres acusados de brujería y de provocar enfermedades o sequías. El gobierno trató de erradicar los campos pero se encontró con que muchas de ellas no tenían a dónde ir o habían sido llevadas de pequeñas por lo que no habían tenido contacto con el mundo. Washington Nuworkpor, de la ONG Actionaid, denunció que «cada mujer que se sale del estereotipo puede convertirse en una bruja» y que «la mayor parte de ellas son muy pobres o están solas y no tienen quién las defienda».