23 de junio de 2022
La organización internacional releva las condiciones laborales a dos años del inicio de la pandemia. De recuperación frágil y desigual a un futuro incierto.
Brecha de género. A raíz de la pandemia también se amplió. Las mujeres con empleo informal fueron las más afectadas.
NA
Las conclusiones del último informe de la Organización Mundial del Trabajo (OIT) son contundentes: la recuperación del mercado de trabajo a escala mundial se ve amenazada por múltiples crisis internacionales mutuamente relacionadas, así como por el aumento de la desigualdad entre y al interior de los países.
A la crisis del mercado laboral sin precedentes en 2020, producto de la pandemia, le siguió una recuperación desigual y frágil a lo largo de 2021, señala el informe elaborado por el Observatorio de la OIT sobre el mundo del trabajo. Mientras que este año, surcado ya por la inestabilidad financiera mundial y las dificultades por endeudamiento de los países, se le suma que, «los mercados de trabajo se tambalean ahora por otras crisis causadas en gran medida por el conflicto de Ucrania, que ha perturbado considerablemente el comercio y los mercados de productos básicos, con un rápido aumento de los precios, en especial el de bienes esenciales como los alimentos y la energía», sostiene el trabajo.
Si bien el último trimestre de 2021 había mostrado avances que despertaban expectativas para el nuevo año, la cantidad de horas de trabajo a escala mundial se redujo en el primer trimestre de 2022, hasta situarse un 3,8% por debajo del nivel del cuarto trimestre de 2019, prepandemia. «Un déficit de 112 millones de empleos a tiempo completo». Mientras que las perspectivas hacia adelante «son sumamente inciertas, y hay posibilidades claras de pérdidas para la ya frágil recuperación», señala el trabajo. A escala mundial, se prevé que el nivel de horas trabajadas siga disminuyendo en el segundo trimestre de 2022. La proyección más reciente de la OIT para ese período «indica un posible descenso del nivel de horas trabajadas, que estaría un 4,2% por debajo del nivel anterior a la pandemia, el equivalente a 123 millones de empleos a tiempo completo».
«La recuperación del mercado de trabajo a escala mundial ha invertido su tendencia favorable. La suma de los efectos de varias crisis mutuamente relacionadas ha hecho que la recuperación frágil y desigual que se estaba produciendo sea actualmente más incierta. Los efectos en los trabajadores y sus familias, en particular en los países en desarrollo, van a ser devastadores y podrían repercutir de forma muy adversa en los planos sociales y políticos», manifestó Guy Ryder, Director General de la OIT.
Disparidad
En el informe se hace especial hincapié en la disparidad de la recuperación entre las economías más ricas y las más pobres, cada vez mayor. «Pese a que en los países de altos ingresos se registró una recuperación de la cantidad de horas de trabajo, en las economías de ingresos bajos y medianos bajos se produjo un retroceso respecto del primer trimestre del año, con una brecha del 3,6% y del 5,7%, respectivamente, en relación al cuarto trimestre de 2019. «Cabe esperar que esa disparidad siga aumentando en el segundo trimestre de 2022. Impulsadas por la fuerte demanda de trabajadores, se prevé que las horas trabajadas en los países de ingreso alto sigan aumentando. Por el contrario, en dicho trimestre los países de ingreso bajo y mediano experimentarían un estancamiento y una disminución de las horas trabajadas», sostiene el informe.
Sin embargo, la disparidad no solo se evidencia en el empleo a tiempo completo. Dos años después del comienzo de la pandemia, se constata, además, un elevado retroceso en la igualdad de género. «Pese a haberse producido algunos avances en la reducción de la brecha en los países de ingreso alto, las mujeres de todo el mundo pasan ahora 18,9 horas semanales en el empleo, es decir, el 57% del promedio de horas trabajadas por los hombres (33,4 horas)». Mientras que en lo que respecta a los ingresos de los trabajadores, en su mayoría han crecido a un ritmo más lento y no sea han recuperado, ya que en 2021, «tres de cada cinco trabajadores vivían en países en los que los ingresos por trabajo no habían alcanzado aún el nivel que tenían en el cuarto trimestre de 2019».
En un contexto económico y político mundial incierto, que prevé un crecimiento de apenas el 3,6% este año, el mercado de trabajo global se enfrentará, en su futuro cercano, a un innumerable abanico de tensiones.
