14 de junio de 2022
En un fallo cuestionado por un amplio espectro, que va desde las organizaciones de derechos humanos hasta el príncipe Carlos, la Corte de Apelaciones británica avaló los planes para deportar a Ruanda a solicitantes de asilo que el Gobierno considera que han llegado al Reino Unido de manera ilegal. A su vez, el primer ministro, Boris Johnson, argumentó que el plan es necesario para desincentivar la llegada de personas en pequeñas embarcaciones a través del canal de la Mancha. «Estamos extremadamente decepcionados, porque aún no sabemos si este proceso es legal», declaró Mark Serwotka, secretario general del sindicato PCS, que agrupa a más del 80% de los empleados del sistema de aduanas británico. El sindicato, junto con dos organizaciones no gubernamentales, había apelado ante la Justicia para tratar de congelar de inmediato los vuelos a Ruanda. Por su parte, el príncipe Carlos, heredero al trono del Reino Unido, calificó de «espantosos» los planes de Johnson referido a la expulsión de migrantes ruandeses.