27 de octubre de 2015
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ratificó su fallo favorable al supremacista turco Dogu Perinçek, quien había sido condenado en Suiza (2005) por negar públicamente el genocidio armenio. Pocos meses después de que se cumpliera un siglo de la matanza de armenios a manos del Imperio Otomano, la máxima autoridad judicial del bloque descartó la apelación de quienes exigían que se mantuviera la condena que se le había impuesto en Suiza por negar aquella matanza.
Los magistrados de Estrasburgo adujeron que estaban defendiendo la libertad de expresión del involucrado y que sus pares suizos habían «censurado» a Perinçek. Los juristas también opinaron que la calificación del asesinato de 1,5 millón de personas por parte del dirigente turco como «una gran mentira internacional» no suponía «una llamada al odio o a la intolerancia» y no afectaba los derechos de la comunidad armenia en ese país.
La Asociación Suizo-Armenia rechazó esos argumentos, que seguramente impactarán en las leyes antirracistas de Suiza y de los 20 países que reconocieron los crímenes del Imperio Otomano, e indicó que la libertad de expresión «no es absoluta» y no puede ser utilizada para «recrear la historia o justificar un genocidio».