28 de julio de 2022
Durante el primer trimestre del año, el 80% de las adquisiciones de firmas correspondió a compradores del exterior. Tecnológicas a la cabeza.
Energía. Junto con tecnológicas y recursos naturales son los sectores más atractivos para los capitales extranjeros.
Foto: TÉLAM
Un informe de la consultora internacional KPMG destaca —para el primer trimestre del año— el crecimiento de fusiones y adquisiciones de empresas nacionales. Sin embargo, la particularidad de la evolución reside en dos puntos: en primer lugar, el incremento del 50% del número de operaciones respecto al primer trimestre del año anterior, aunque en niveles ya observados desde el tercer trimestre de 2021. Y, en segundo lugar, que de las 20 operaciones concretadas en este período, 16 de ellas fueron a favor de capitales extranjeros.
El sector que más atrajo a los inversores extranjeros fue el de tecnología, seguido por energía y recursos renovables, y en menor medida por ciencia y salud. En los últimos cuatro trimestres, el trabajo revela que de un total de 68 operaciones concretadas, el sector de empresas tecnológicas fue de 23 casos, mientras el de energía y recursos renovables dieron cuenta de 19. En consecuencia, estas tres actividades acumularon el 62% de las fusiones y adquisiciones de empresas en el país, en dicho período. A la par, se verificó una aceleración de la cantidad de operaciones a partir del segundo semestre de 2021 (22 entre julio y septiembre, 21 entre octubre y diciembre), pero lo que diferencia el primer trimestre de este año es la mayor participación de firmas extranjeras en las operaciones. «Esto muestra un cambio en la tendencia observada en 2020 y 2021, cuando el protagonismo era de inversores nacionales», señala el informe. Aunque aclara que la participación de capitales extranjeros venía creciendo desde el tercer trimestre (11 de 22 adquisiciones y fusiones) y el cuarto (13 de 21) de 2021, entre enero y marzo de este año saltó a 16 sobre 20.
Fusiones y especulaciones
Las causas de este salto podrían explicarse, en parte, situándolas en el marco regional. El mercado de fusiones y adquisiciones en América Latina creció un 10% en número en el primer trimestre de 2022, pero se contrajo un 54% en valor, respecto al mismo período, según un informe de Transactional Track Record. Mientras, en Argentina el trabajo señala que «crecieron un 28% en cantidad durante el primer trimestre del año, pero retrocedieron un 89% en capital movilizado», como consecuencia «de la pandemia, una débil macroeconomía, falta de previsibilidad y una economía más cerrada». Otra explicación de la situación nacional podría hallarse, de acuerdo al informe, en acciones especulativas de las firmas extranjeras. «Filiales de empresas internacionales, que tienen limitado el acceso al mercado de divisas para el giro de dividendos a sus matrices y acumulan disponibilidades, están participando más activamente en transacciones como una forma de utilizar el capital inmovilizado, que de otra forma queda sujeto a riesgo devaluatorio y/o de inflación».
Aunque el análisis no sería completo sin tomar en cuenta dos hechos. La caída del salario en dólares de los trabajadores (en particular de profesionales especializados en sectores exportadores) y de los laxos controles que suelen no distinguir entre inversión extranjera directa genuina de la compra de empresas ya existentes.
En cuanto al origen de los compradores, este trimestre muestra un perfil inusual, con 80% de las operaciones realizadas por extranjeros. «Esto fue particularmente en el sector de tecnología, porque los compradores internacionales representaron el 90% de los casos. Es un cambio en la tendencia observada en 2020 y 2021 con el protagonismo de inversores nacionales», sostuvieron desde la consultora.
La explicación que brinda el informe acerca de la casi desaparición de operaciones entre locales reside en que «el nivel de tasas de descuento y riesgos inherente del mercado argentino llevan a valoraciones muy bajas para las compañías, situación que no suele ser convalidada por vendedores locales que prefieren tomar el riesgo de esperar mejores condiciones de venta». Sin embargo, son optimistas para el resto del año, ya que están observando «un mayor nivel de gestiones preliminares en marcha para concretar otras operaciones en proceso, por lo cual esperamos que en los próximos trimestres pueda observarse un recupero en la actividad transaccional». Nada aclaran respecto del origen de los compradores. Aunque vale recordar que el último informe del INDEC sobre la Encuesta Nacional a Grandes Empresas 2020, que informa sobre la composición y evolución del conjunto de las 500 firmas más grandes que operan en el país, relevó que, dos años atrás las extranjeras sumaban 303, contra 197 de origen nacional.